El embarazo y la COVID-19
A fines de 2019 y principios de 2020, la enfermedad del coronavirus (COVID-19) comenzó a propagarse rápidamente por todo el mundo. Al estar todos los países y la mayoría de las islas periféricas afectados por la pandemia de este nuevo coronavirus, es más importante que nunca que se asegure de estar saludable. Si bien parece que las personas mayores son las que tienen más probabilidad de desarrollar complicaciones graves por la COVID-19, no son los únicos que están en las categorías de alto riesgo. La información sobre esta enfermedad respiratoria aún es limitada, pero hasta el momento parece que las embarazadas no necesariamente tienen más posibilidades de contagiarse la COVID-19. Su riesgo, en cambio, es parecido al de las mujeres adultas que no están embarazadas. No obstante, esto no significa que se debe considerar como una afirmación científica concluyente. Como ya mencionamos, es aún muy pronto para comprender en su totalidad y no hay información suficiente para sacar conclusiones. Dicho esto, es importante educarse lo máximo que se pueda. Para ayudarla, redactamos un informe sobre lo que debe saber sobre el embarazo y la COVID-19.
¿De qué se trata la COVID-19?
Sin profundizar demasiado en este tema, debe comprender que la COVID-19 no es el único coronavirus que conocemos. El coronavirus simplemente hace referencia a una familia específica de virus, mucho de los cuales causan simples resfríos leves. Casi todos nos infectaremos con algún tipo de coronavirus en algún momento de la vida, así que es importante hacer una diferenciación entre el "coronavirus" y la COVID-19. La COVID-19 es la cepa más reciente del coronavirus que se ha demostrado que infecta a los humanos. Se la comparó con el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS) y el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS) debido al alto índice de infección y gravedad de la enfermedad.
Cómo se propaga la COVID-19
El 30 de enero de 2020, Estados Unidos informó el primer caso de transmisión de un humano a otro. Desde ese momento, aprendimos que el nuevo coronavirus, la COVID-19, se propaga con facilidad en toda la comunidad. Esto significa que la COVID-19 se propagará de una persona infectada a personas sanas mediante las microgotas que están en el aire. Estas gotitas pueden provenir por toser, estornudar o incluso por hablar sin mantener distancia. Si se da la mano con una persona infectada que no se haya lavado las manos inmediatamente antes de esto, se puede propagar el virus. En forma similar, tocar una superficie que se contaminó y luego tocarse la cara también da como resultado la infección.
El índice de infección por COVID-19 es mucho más alto que el índice de la gripe, motivo por el cual tantos estados y países de todo el mundo están en cuarentena. Lo que es peor es que muchas personas pueden estar infectadas de COVID-19 y ser asintomáticas. Incluso si no presentan síntomas, aún transmiten el virus sin saberlo y pueden propagarlo a quienes los rodean.
Debido a esto, es importante mantenerse atenta a los síntomas. En general, los síntomas se presentan en algún momento a partir de los dos y hasta 14 días después de la exposición. Los síntomas principales de la COVID-19 son:
- Fiebre alta
- Tos seca
- Dificultad para respirar
Estos síntomas pueden ser leves o graves. Si usted considera que podría tener la COVID-19 y está embarazada, llame a su médico de inmediato. Esto le permitirá conocer el protocolo adecuado para cuidarse a usted y a su bebé en caso de que tenga que ir al médico o al hospital.
Efecto de la COVID-19 en el embarazo
Una cosa que tenemos que tener en cuenta es que mientras la información no sea concluyente con respecto al efecto directo de la COVID-19 en el embarazo, aún es una enfermedad respiratoria. Cuando comparamos esto con el efecto de otras enfermedades respiratorias, como la gripe, logramos una mejor comprensión en el peor de los casos posibles. Sabemos que las embarazadas tienen más probabilidades de contraer gripe que las adultas no embarazadas y que, cuando se la contagian, tienen un mayor riesgo de sufrir cuadros graves y complicados. Gracias a esta información, deberíamos presuponer que la COVID-19 podría presentarse de manera parecida. Como ya dijimos, la información aún no es concluyente ya que hay muy pocos informes de embarazadas que infectadas por la COVID-19, así que es más probable que esto se deba a las rigurosas reglamentaciones sobre el distanciamiento social que actualmente están establecidas. Habiendo dicho esto, le presentamos algunas cosas que debe considerar.
Embarazo y el riesgo de la COVID-19
Sabemos que el embarazo aumenta el riesgo de contraer enfermedades respiratorias y tiende a que éstas sean más graves y susceptibles de presentar complicaciones. Las mujeres embarazadas también están más inmunocomprometidas que los demás porque sus cuerpos están utilizando una gran cantidad de recursos para el desarrollo sano del bebé. Si consideramos estos dos datos, comenzamos a comprender cómo la COVID-19 podría afectar a la mujer embarazada. No obstante, según la Organización Mundial de la Salud, actualmente no hay evidencia de que las embarazadas tengan un riesgo mayor de tener una enfermedad grave por COVID-19 que la población en general. Gracias a esta información, aún se insta a eliminar sus posibilidades de exposición.
Efecto de la COVID-19 en el feto
Con la cantidad limitada de información disponible, es demasiado pronto para decir cómo podría afectar la COVID-19 al feto en el útero. No ha habido casos de embarazadas que se hayan contagiado el COVID-19 y cuyos fetos hayan demostrado cambios en los controles prenatales. Los médicos no están completamente seguros de si la COVID-19 puede o no transmitirse al feto durante el embarazo. Los médicos esperan conocer más del tema mientras la pandemia continúe; pero, con suerte, las medidas preventivas establecidas ayudarán a eliminar problemas a futuro.
Recién nacidos y la COVID-19
Los médico han notado que algunas embarazadas infectadas con COVID-19 tuvieron hijos prematuros. Lamentablemente, no queda claro si los nacimientos prematuros estuvieron relacionados con la infección materna o con causas externas. Hemos visto investigaciones iniciales que demuestran que las mujeres embarazadas que dan a luz no han contagiado con COVID-19 a sus bebés recién nacidos, pero esto no significa que no sea posible la transmisión de la enfermedad. No se tiene a disposición información alguna que diga que someterse a una cesárea voluntaria sea más seguro que un parto natural, de modo que no hay necesidad de hacer cambios en sus planes de parto.
Si bien conocemos información que muestra que los niños y los bebés tienden a tener síntomas menos graves de la COVID-19, los recién nacidos son más susceptibles a desarrollar la enfermedad. Si su bebé tiene menos de un año, se considera que tiene más riesgo que el resto y se deben tomar las precauciones correspondientes para disminuir su exposición.
Cómo afecta la COVID-19 a las consultas de atención prenatal y posparto
Hasta ahora, el mayor efecto que ha tenido la COVID-19 en las mujeres embarazadas consiste en la forma en que la situación afecta a las consultas de atención prenatal y posparto. Al tener en casi todos los estados iniciativas aislamiento, ir al médico es más difícil. Antes de hacer algo, llame a su obstetra. Cada estado y cada profesional de atención médica actualmente tienen distintos protocolos con respecto a cómo manejar consultas obligatorias al médico de los pacientes. Cuando sea posible, las consultas podrían llevarse a cabo por teléfono o videollamada. Cuando tenga que ir al consultorio para hacerse una ecografía o un análisis de sangre, su médico se asegurá de que usted esté lo más protegida posible. Muchos consultorios están tomando precauciones y solo atienden a una sola paciente por vez para limitar la exposición, pero es importante que confirme estos procedimientos con su médico específicamente.
Información posparto
Si usted se contagió de COVID-19,es importante que tome las precauciones necesarias para minimizar el contagio a su bebé recién nacido, pero esto no significa que tiene que separarse de él. El contacto directo, de piel a piel, es importante para el desarrollo de su bebé. Para asegurarse de que usted no corre riesgos, ponga en práctica una buena higiene, mantenga el contacto piel a piel con su bebé recién nacido y simplemente asegúrese de lavarse las manos con frecuencia. Hable con su médico para conocer más sobre lo que debe esperar después del parto en caso de que sepa que tiene la infección.
Lactancia y COVID-19
En varias pruebas que se realizaron, hasta ahora no se ha detectado la COVID-19 en la leche materna de mujeres que tuvieron resultados positivos. Esto significa que la lactancia de su bebé es algo seguro, incluso si usted tiene la infección. No obstante, se recomienda que no lo alimente directamente, ya que la transmisión podría ocurrir de otras formas. Si usted tiene que alimentar a su bebé en forma directa, es importante que se cubra la cara y la nariz, se lave bien las manos y los senos, y limpie todas las superficies con las que tiene contacto.
Cómo cuidarse durante el embarazo
La mejor manera de cuidarse durante el embarazo es estar saludable, lavarse las manos con frecuencia y evitar salir. Cuando limita su exposición a la COVID-19, usted reduce drásticamente las posibilidades de contagiarse. Haga que su pareja vaya a comprar alimentos lo más esporádicamente posible y asegúrese de tomar las medidas correspondientes para desinfectar los artículos antes de guardarlos. Si tiene que salir, siempre guarde distanciamiento social.
Lo que es incluso más importante es cuidarse a usted misma en este momento. Intente comer alimentos nutritivos y hacer ejercicio con regularidad en la comodidad de su casa. Tómese un momento todos los días para apagar las noticias, desconectarse de las redes sociales y comunicarse con sus amigas y familiares. Estar conectado continuamente con la información de la COVID-19 genera mucho estrés, ansiedad e incluso temor, lo cual debe evitarse durante el embarazo. Aproveche este momento para concentrarse en usted misma, comenzar un nuevo pasatiempo o simplemente relajarse con un buen libro. Si tiene alguna duda o algo le preocupa, llame a su médico.
Conclusión
Si bien vivimos tiempos de incertidumbre, algo es seguro: ¡usted va a tener un bebé! Intente enfocarse en todo lo positivo que está viviendo mientras toma todas las medidas de precaución posibles. Para ayudarla a prepararse, no olvide que la Ley de Cuidados Asequibles (Affordable Care Act) estipula que las mujeres embarazadas podrán recibir un extractor de leche eléctrico, pagado por su proveedor de seguro médico.
A todos podría venirnos bien un poco más de ayuda en estos momentos, así que invitamos a todas nuestras mamás en la dulce espera o a las que ya son mamás a que visiten nuestra página de Facebook hoy mismo y se contacten entre sí.