Los recién nacidos y las vacunas: lo que hay que saber sobre la vacunación infantil
A pesar de que solo dos enfermedades se erradicaron completamente gracias a las vacunas (la viruela y la peste bovina), estas vacunas hicieron que otras enfermedades graves fueran cada vez menos frecuentes. Las vacunas también pueden ayudar a aliviar los síntomas de las infecciones y al sistema inmune a combatirlas con más eficacia. Pero, ¿qué sucede con las vacunas en los recién nacidos? ¿A partir de cuándo puede comenzar a aplicarle vacunas a sus hijos? Aquí, le comentaremos todo lo que debe saber acerca de la vacunación infantil.
¿Qué son las vacunas? ¿Cómo pueden proteger a su hijo?
Algunas vacunas reducen la gravedad de las infecciones, mientras otras protegen a su hijo de posibles enfermedades que podrían poner en riesgo su vida. Si bien se produjeron debates recientes acerca de la vacunación temprana, la vacunación infantil es esencial para evitar por completo enfermedades mortales que se podrían prevenir.
Las vacunas son herramientas seguras y eficaces para prevenir enfermedades que podrían ocasionar síntomas desagradables y muy graves. Se suelen aplicar durante los primeros años de la vida de un niño para ofrecer la mayor protección posible. No obstante, si tiene inquietudes, lo mejor es consultar a su pediatra para comprender mejor los beneficios y los riesgos.
¿Existen riesgos relacionados con la vacunación infantil?
Si bien existen ciertas especulaciones acerca de que las vacunas causan autismo, no existe evidencia científica que respalde esta afirmación. De hecho, no existe una conexión científica entre ambos en lo absoluto.
Pero sí pueden causar efectos secundarios. Con frecuencia, son leves y desaparecen a los pocos días. Los efectos secundarios leves no son motivo de inquietud y, en realidad, son un indicio de que las vacunas están cumpliendo su función. No obstante, es importante buscar atención médica de inmediato si observa reacciones graves, como una reacción alérgica. Cualquier reacción alérgica se suele presentar a los pocos minutos u horas después de la vacunación, de manera que es conveniente prestar atención. Algunos signos de reacción alérgica grave pueden ser los siguientes:
- Hinchazón de la garganta
- Hinchazón del rostro
- Urticaria
- Dificultad para respirar
- Fiebre
- Adormecimiento
- Falta de apetito
- Debilidad
- Mareos
- Aumento de la frecuencia cardíaca
Las reacciones graves a una vacuna son infrecuentes y los beneficios de la vacunación suelen superar los riesgos. Si le preocupan las vacunas para los recién nacidos, convérselo con su pediatra.
Recomendaciones de vacunas para recién nacidos, niños pequeños y mayores
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), se recomiendan las siguientes vacunas infantiles para los niños de hasta seis años. Algunas requieren una dosis, mientras que otras requieren varias para completar el esquema. Algunas vacunas de rutina también se podrían administrar con regularidad para prolongar los beneficios de la protección. Se recomiendan las siguientes vacunas para los bebés y niños:
Vacunas que su hijo necesita a las 24 horas de nacer
- Hepatitis B (HepB): la primera dosis se administra proco después de nacer y protege contra la hepatitis B, un virus que puede causar infección de hígado crónica, insuficiencia hepática o cáncer de hígado. Es en especial importante para los recién nacidos, ya que tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones a largo plazo si se contagian siendo tan pequeños.
- Virus respiratorio sincitial (RSV): el RSV es un virus común que puede causar enfermedad respiratoria grave en los bebés y niños pequeños, en especial, los menores de seis meses o los que tienen afecciones médicas subyacentes. La vacuna contra el RSV, recientemente recomendada para los bebés, puede protegerlos de complicaciones graves, como bronquiolitis y neumonía, que podrían ocasionar la hospitalización. Si no le dieron la vacuna durante el embarazo, se recomienda que se aplique al poco tiempo de nacer durante la temporada del RSV (por lo general, en otoño e invierno).
Vacunas desde los dos meses de edad hasta los seis años
- Difteria, tétanos y pertussis (DTap): esta vacuna combinada ofrece inmunidad contra tres enfermedades graves.
- Difteria: una infección bacteriana que afecta el sistema respiratorio, y que podría ocasionar problemas respiratorios, insuficiencia cardíaca y la muerte.
- Tétanos: esta enfermedad, a veces denominada "trismo", afecta el sistema nervioso y puede producir rigidez muscular dolorosa, en particular, en la mandíbula y el cuello.
- Pertussis (tos convulsa): esta enfermedad respiratoria altamente contagiosa es especialmente peligrosa para los bebés, puede causar accesos de tos graves (tos quintosa) que dificulten la respiración.
- Polio (IPV): la poliomielitis es una enfermedad viral que causa parálisis o incluso la muerte. Aunque hoy en día es infrecuente, a través de la vacunación, se logró prácticamente erradicar esta enfermedad a nivel mundial. La vacuna contra la polio inactivada (IPV) es segura para los niños pequeños y los protege de la propagación del virus.
- Rotavirus (RV): el rotavirus es una causa común de diarrea grave, vómitos y deshidratación en bebés y niños pequeños. La vacuna contra el rotavirus es oral y se administra a los bebés para protegerlos de este virus altamente contagioso.
- Haemophilus influenzae tipo B (Hib): la bacteria Hib puede causar infecciones graves en niños pequeños, que incluye la meningitis (una infección de la membrana que recubre el cerebro y la médula espinal) y la neumonía. La vacuna Hib protege a los bebés de estas enfermedades que podrían ser mortales.
- Enfermedad neumocócica (PCV): esta vacuna protege contra la enfermedad neumocócica, que puede causar neumonía, meningitis e infecciones en la sangre. Los bebés son especialmente vulnerables a las infecciones neumocócicas, por lo cual la vacunación temprana es fundamental.
- Sarampión, paperas y rubéola (MMR): esta vacuna combinada se suele administrar a los 12 a 15 meses de edad y protege contra lo siguiente:
- Sarampión: una infección altamente contagiosa que puede ocasionar complicaciones graves, en especial, en niños pequeños.
- Paperas: esta enfermedad, conocida por causar inflamación en las glándulas salivares, puede ocasionar la pérdida auditiva, meningitis y otras complicaciones.
- Rubeola: es especialmente peligrosa para las embarazadas, puede ocasionar síndrome de rubeola congénito en los recién nacidos y producirles defectos de nacimiento.
- Hepatitis A (HepA): esta vacuna se administra entre los 12 y 23 meses, y la segunda dosis se aplica seis meses después. Protege contra la hepatitis A, una infección hepática causada por el virus de la hepatitis A. Aunque, por lo general, es más leve que la hepatitis B, la hepatitis A puede producir síntomas como la inflamación del hígado, náuseas, cansancio, ictericia y, muy rara vez, complicaciones hepáticas graves. El virus se propaga fácilmente a través de comida o agua contaminada, o el contacto estrecho, por eso la vacuna es esencial para proteger a los niños y evitar brotes.
- Varicela: esta enfermedad es una infección viral altamente contagiosa que puede causar un sarpullido urticante, fiebre y cansancio. Aunque suele ser leve, puede producir complicaciones más graves, en especial, en los bebés. La vacuna es la mejor manera de proteger contra la varicela. De lo contrario, cualquier exposición temprana podría reducir las posibilidades de casos graves.
- Gripe (influenza): los bebés y niños pequeños tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves a causa de la gripe. La vacunación anual contra la gripe se recomienda a partir de los seis meses, para ofrecerles protección contra las cepas estacionales que se modifican cada año.
- COVID-19: se recomienda la vacuna contra el COVID-19 para ofrecer protección contra enfermedades graves, evitar la hospitalización y posibles complicaciones a causa del virus. Los CDC recomiendan vacunar contra el COVID-19 a niños a partir de los seis meses, aunque las dosis y los esquemas de vacunación pueden variar según la edad y las pautas de salud actuales.
Cuándo programar las primeras vacunas de su hijo
La primera vacuna del bebé se aplicará, por lo general, poco tiempo después de nacer. Luego deberá asegurarse de que su hijo reciba vacunas nuevamente a los dos, cuatro, seis, 12, 15 y 18 meses (según el calendario de vacunación que se utilice). Recuerde que las vacunas que requieren múltiples dosis se suelen aplicar a determinados intervalos entre una y otra. Si pasa demasiado tiempo entre estas, es posible que deba repetir la primera dosis.
¿Cuántas dosis de vacunas necesitan sus hijos?
Hay algunas vacunas específicas que requieren más de una dosis. De acuerdo con los CDC, para lograr una protección óptima:
- Se deben aplicar cinco dosis contra la difteria, el tétanos y la pertussis en un lapso de seis años.
- Dos dosis de MMR
- Tres o cuatro dosis de Hib
- Tres dosis de la vacuna contra la hepatitis B
- Cuatro dosis de la vacuna conjugada contra el neumococo (PCV)
- Cuatro dosis de la vacuna contra la polio
- Dos dosis de la vacuna contra la hepatitis A
- Vacuna anual contra la gripe
- Vacuna anual contra el COVID-19
Si bien estas son las pautas típicas de vacunación para sus hijos, a fin de ayudar a sus organismos a generar anticuerpos, su proveedor médico podría realizarle distintas recomendaciones. Por eso, es importante que coopere con ellos para crear un calendario de vacunación recomendado para su hijo.
Cuándo modificar los calendarios de vacunación infantil
Existen ciertas situaciones en las que necesita cambiar su calendario de vacunación infantil. Eso siempre debe conversarlo con su pediatra primero para elaborar un plan de acción personalizado en función de las circunstancias. Algunos ejemplos que podrían garantizar alguna variación podrían ser los siguientes:
- Si su recién nacido tiene alguna afección subyacente que pudiera ocasionar efectos adversos de una vacuna, convérselo con su pediatra. Por ejemplo, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), ciertos cánceres, enfermedad coronaria, enfermedad de células falciformes, etc.
- Si hubiera un brote actual en su área (por ejemplo, un brote de sarampión en un área en la que su bebé podría estar expuesto).
- Si viaja fuera de los EE. UU., su pediatra podría recomendarle otras vacunas o cambiar el calendario de vacunación del bebé.
Para reforzar el sistema inmune de su bebé para protegerlo de diversas enfermedades, es importante priorizar la creación de una pauta de lactancia saludable. Para aprovechar al máximo la alimentación, no olvide pedir su extractor de leche cubierto por el seguro de Byram Healthcare hoy mismo.