El tiempo de pantalla y los niños: ¿Cuánto es demasiado tiempo de pantalla?
¿Sabía que hasta un 75% de los niños pequeños tiene una tablet o un teléfono móvil? Según algunos estudios, los niños de entre ocho y 10 años pasan un promedio de seis horas diarias frente a la pantalla para entretenerse y los de entre 11 y 14 alrededor de nueve. Incluso niños más pequeños afirman que le dedican una media de al menos dos horas al día, lo que puede llegar a perjudicar su desarrollo. Si bien estas cifras son elevadas, la duda es la siguiente: ¿cuánto es demasiado tiempo frente a la pantalla? Aquí, vamos a repasar todo lo que sabemos sobre el tiempo frente a la pantalla y los niños, desde sus efectos adversos hasta sugerencias para reducir la exposición.
¿Cuánto sería un tiempo frente a la pantalla saludable?
Según la American Academy of Child & Adolescent Psychiatry (AACAP), el tiempo frente a la pantalla saludable para niños y adolescentes varía según la edad.
Se recomienda que los niños menores de 24 meses lo eviten por completo, salvo en alguna videollamada ocasional con familiares o amigos. Si el contenido es de alta calidad, educativo y el niño lo mira junto a un profesional que se lo explica, es factible que los pequeños de entre 18 y 24 meses pasen algo de tiempo frente a la pantalla, pero muy limitado.
Para los preescolares de 2 a 5 años, el tiempo frente a la pantalla debería restringirse a una hora diaria de programación educativa de alta calidad, haciendo hincapié en los contenidos interactivos y educativos.
A medida que los niños crecen, es importante compensar el uso de las pantallas con otras actividades como el juego físico, las tareas escolares y el sueño. En el caso de los niños en edad escolar y los adolescentes, hay que asegurarse de que el tiempo frente a la pantalla no interfiera con las actividades esenciales, como los momentos en familia, las interacciones sociales y una rutina de sueño saludable. Establecer límites razonables (por ejemplo, dos horas al día de tiempo frente a la pantalla no relacionado con la escuela) y fomentar un uso de las redes que coincida con los valores familiares y promueva el aprendizaje es clave para mantener un sano equilibrio.
Tiempo frente a la pantalla excesivo y desarrollo infantil
Un estudio reciente , publicado en la revista de la American Medical Association of Pediatrics revela que el exceso de tiempo frente a la pantalla puede estar asociado a retrasos en el desarrollo de los niños pequeños. Estos resultados coinciden con otros, especialmente en lo que se refiere a la correlación entre los problemas de desarrollo y el uso de pantallas. A continuación, se enumeran algunas de las diversas formas en que el tiempo frente a la pantalla puede afectar el desarrollo de los niños.
Crea una visión de túnel que reduce la observación del mundo real
Por lo general, los niños pequeños aprenden a través de la exposición a estímulos externos y al mundo que los rodea. Las pantallas pueden reducir estas oportunidades de aprendizaje y crear una especie de visión de túnel que bloquea todo lo demás. Incluso cuando la pantalla esté en un segundo plano, los pequeños suelen sentirse atraídos por los colores brillantes y las formas en movimiento, y centran su atención en ellos en lugar de en las personas o los juguetes que los rodean. Además, los estudios demuestran que los niños menores de dos años no aprenden de un video que muestra a alguien realizando una tarea, pero sí lo hacen cuando la persona está presente.
Disminuye las oportunidades de aprendizaje sensorial
Otra parte del desarrollo de la primera infancia es el aprendizaje sensorial: manipular objetos y poner en acción los cinco sentidos. Las pantallas no proporcionan oportunidades para el aprendizaje sensorial. Aquí se aplica la misma lógica mencionada más arriba: los niños no aprenden cosas de los videos; aprenden de la vida real. Por ejemplo, un niño pequeño no aprenderá a apilar bloques si ve cómo lo hace alguien en una pantalla; lo hará a través del tacto, la textura, el peso y el ensayo y error.
Limita el diálogo recíproco necesario para el desarrollo del lenguaje
Por último, incluso si su hijo mira contenidos con lenguaje básico, las pantallas suelen ser más perjudiciales que beneficiosas a la hora de desarrollar la lengua. Los niños tienden a aprender el lenguaje y a hablar mejor cuando interactúan con otras personas. Necesitan el diálogo recíproco para adquirir una comprensión del lenguaje y de las interacciones sociales. La escucha pasiva no ayuda tanto durante los primeros años, así que apague el televisor y hable con su hijo.
Otros problemas relacionados con el tiempo frente a la pantalla de los niños
Los efectos sobre el desarrollo pueden ser graves, pero no son los únicos problemas que causan las pantallas. Se ha descubierto que el tiempo frente a la pantalla en niños menores de 18 puede acarrear varios inconvenientes, como los siguientes:
- problemas de sueño irregular
- obesidad infantil
- problemas de comportamiento
- problemas de humor
- problemas de percepción de sí mismos o de la imagen corporal
- problemas de rendimiento escolar
- menor lectura de libros
- posibles accesos de violencia
- incapacidad para aprender mecanismos sanos de afrontamiento mediante actividades relajantes
8 consejos para controlar el tiempo frente a la pantalla de los niños
Desafortunadamente, evitar el uso de pantallas en el mundo actual es complicado, pero eso no significa que sea imposible. Se pueden hacer varias cosas para influir positivamente en la salud de los niños que eviten el uso de dispositivos electrónicos. También hay varias medidas prácticas y sencillas para reducir el tiempo frente a la pantalla en casa. He aquí algunas de ellas:
1. Reducir la necesidad de encender el televisor como ruido de fondo
Muchas familias acostumbran mantener la televisión encendida como ruido de fondo, lo que fácilmente conduce a una exposición a la pantalla innecesaria. Aunque el niño no la esté mirando activamente, las imágenes brillantes y los sonidos pueden distraerlo de jugar o realizar otras actividades. En su lugar, pruebe poniendo música suave o disfrutando de los sonidos de la casa para mantener un ambiente tranquilo sin recurrir a las pantallas.
2. Crear horas y zonas libres de pantalla
Establecer horarios libres de pantallas, por ejemplo, durante las comidas o antes de ir a dormir, ayuda a crear hábitos más saludables. Del mismo modo, establecer zonas sin pantallas, como el comedor, la cocina o el dormitorio, favorece que el niño se enfoque en las interacciones con los miembros de la familia y reduce la probabilidad de que el uso de pantalla se convierta en parte de su rutina diaria. Estos límites enseñan a los niños la importancia de estar presentes y comprometidos por completo.
3. No comer frente a la pantalla
Las comidas son oportunidades perfectas para establecer vínculos familiares y charlar sobre el día. Ver la televisión o jugar con los dispositivos durante las comidas es una distracción de estos momentos importantes y propician comer en exceso. Mantener las pantallas apagadas durante las comidas fomenta una relación más sana con los alimentos y conversaciones significativas.
4. Seleccionar programas de televisión con límite de tiempo
Si su hijo tiene un programa favorito, úselo como actividad de tiempo limitado. Busque programas específicos con horarios claros de inicio y finalización en lugar de permitir que los vea continuamente. Los programas con horario fijo facilitan la aplicación de límites y ayudan a que el niño comprenda que el tiempo frente a la pantalla se termina. Cuando termine el programa, anímelo a pasar a otra actividad. Si utiliza plataformas de streaming, limítese a que mire un episodio a la vez para evitar el hábito de verlos sin parar.
5. De ser posible, incentivar la televisión activa
Cuando el tiempo de pantalla sea inevitable, busque formas de hacerlo más interactivo. Por ejemplo, elija programas o juegos que inciten al ejercicio corporal, el canto o la resolución de problemas. De este modo, su hijo se mantendrá activo físicamente en lugar de permanecer sentado durante largos periodos.
6. Utilizar aplicaciones que limitan el tiempo frente a la pantalla
Existen varias aplicaciones para que los padres limiten el tiempo que sus hijos pasan frente a la pantalla. Estas pueden bloquear el acceso a determinadas funciones una vez transcurrido cierto tiempo, lo que le permite controlar las horas que su hijo pasa frente a los dispositivos sin tener que vigilarlo permanentemente. Estas herramientas son especialmente útiles para niños mayores y adolescentes que necesitan más independencia.
7. Mantener los límites de uso de pantalla a medida que los niños crecen
Los niños pueden intentar negociar más tiempo frente a la pantalla a medida que crecen, pero sostener los límites es importante incluso durante la adolescencia. Fomente actividades como la lectura, los deportes al aire libre o los pasatiempos para mantener controlado el uso de la pantalla. La constancia es vital para ayudar a los adolescentes a desarrollar buenos hábitos que perdurarán en la edad adulta.
8. Organizar actividades al aire libre para toda la familia
Una de las mejores formas de reducir el tiempo frente a la pantalla es ofrecer alternativas divertidas. Planificar actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo o excursiones al parque permite cambiar de entorno y favorece el ejercicio físico. Hacerlo en familia también ayuda a que todos se desconecten de las pantallas y disfruten de un rato juntos en la naturaleza. Si a esto le suma paseos entretenidos de un día o aventuras emocionantes al aire libre, puede incluso crear una tradición familiar que sus hijos valorarán durante mucho tiempo cuando sean adultos.
Siempre revise los programas, juegos o aplicaciones antes de permitir que su hijo los descargue y los use. Hay muchos contenidos extraños e inapropiados en Internet a los que los niños no deberían estar expuestos. Establezca controles parentales cuando sea posible y supervise todo aquello de lo que no esté seguro.
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