mujeres embarazadas haciendo ejercicio

¿Es seguro hacer ejercicio si tengo preeclampsia?"

La preeclampsia se considera la principal causa de enfermedad o muerte relacionada con el embarazo y afecta entre el 5 y el 8 % de todos los embarazos en los Estados Unidos. Si bien la única cura para la preeclampsia es dar a luz al bebé, se puede controlar con el tratamiento adecuado y una rutina saludable. Pero ¿es seguro hacer ejercicio si padece preeclampsia? A continuación, analizaremos todo lo que necesita saber sobre esta afección y cómo la afecta el ejercicio.

¿Qué es la preeclampsia?

La presión arterial normal es de alrededor de 120 mm Hg de presión arterial sistólica sobre 80 mm Hg de presión arterial diastólica. En general, se escribe de la siguiente manera: 120/80 mm Hg. La preeclampsia se considera una complicación del embarazo que se caracteriza por la presión arterial alta (igual o superior a 140 mm/Hg sistólica y/o 90 mm/Hg diastólica o superior) después de la 20.º semana de embarazo. Esto se combina con niveles elevados de proteínas en la orina (proteinuria), problemas renales o hepáticos y líquido en los pulmones, entre otras complicaciones. Existen opciones de tratamiento, pero las mujeres con preeclampsia corren un mayor riesgo de sufrir varias complicaciones, como daño orgánico, retraso del crecimiento fetal, desprendimiento de la placenta, parto o nacimiento prematuro, eclampsia, enfermedades cardiovasculares, etc. Por consiguiente, es fundamental hablar con su médico si aparece algún signo o síntoma.

¿Cuáles son las causas de la preeclampsia?

Existen varios factores que pueden contribuir al desarrollo de la preeclampsia, pero muchos expertos coinciden en que parece tener su origen en la placenta. Durante las primeras etapas del embarazo, el cuerpo forma varios vasos sanguíneos nuevos para ayudar a garantizar que el bebé reciba el oxígeno y los nutrientes necesarios para su desarrollo. Sin embargo, las mujeres que padecen preeclampsia no parecen desarrollar adecuadamente estos vasos sanguíneos, lo que puede provocar una mala regulación de la presión arterial y problemas posteriores. Esto puede deberse a la diabetes, al tabaquismo, a la obesidad, al colesterol alto y a otros factores que provocan el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Además, la preeclampsia puede aparecer gradualmente o tener un inicio repentino en el segundo o tercer trimestre del embarazo.

Riesgos de desarrollar preeclampsia

El riesgo de preeclampsia se divide en dos categorías: factores de riesgo alto y factores de riesgo moderado. Los factores de riesgo alto son los siguientes:

  • Preeclampsia en un embarazo anterior
  • Enfermedad renal
  • Trastornos autoinmunes
  • Embarazos múltiples (mellizos, trillizos, etc.)
  • Diabetes de tipo 1 o 2
  • Presión arterial alta crónica (hipertensión)
  • Embarazos posteriores a una fertilización in vitro (IVF), inseminación intrauterina (IUI), inseminación intracervical (ICI) o inseminación intravaginal (IVI)
  • Presencia de múltiples factores de riesgo moderado

    Existen otros factores que están asociados con un riesgo de preeclampsia más moderado. Estos son:

  • Obesidad
  • Antecedentes familiares de preeclampsia
  • Edad (a partir de los 35 años, el riesgo es levemente mayor)
  • Complicaciones en embarazos previos
  • Primer embarazo
  • Períodos prolongados entre embarazos (más de 10 años)

    Síntomas de la preeclampsia

    Desafortunadamente, la preeclampsia puede presentarse sin síntomas perceptibles. Realizar citas prenatales periódicas puede ayudar a detectar cualquier signo en las primeras etapas del embarazo y seguir las opciones de tratamiento adecuadas. Si tiene síntomas, pueden incluir los siguientes:

  • Dolores de cabeza fuertes
  • Cambios en la visión
  • Pérdida temporal de la visión
  • Sensibilidad a la luz
  • Falta de aire
  • Hinchazón de las manos o el rostro
  • Dolor en la parte superior del abdomen, normalmente debajo de las costillas
  • Ansiedad
  • Confusión mental
  • Náuseas
  • Los vómitos

    Si nota alguno de estos síntomas durante el embarazo, consulte a su prestador médico lo antes posible.

    Otros tipos de presión arterial alta en mujeres embarazadas

    La preeclampsia implica cambios en la presión arterial y tensión en los riñones. A menudo, se presenta en mujeres sin antecedentes de presión arterial alta. Sin embargo, no es el único tipo de presión arterial alta durante el embarazo. Otros trastornos hipertensivos del embarazo son los siguientes:

  • Hipertensión gestacional: presión arterial alta que se desarrolla después de las 20 semanas de embarazo. Suele desaparecer después del parto.
  • Hipertensión crónica: presión arterial alta que se presenta antes de quedar embarazada o antes de las 20 semanas de gestación. La hipertensión crónica puede incrementar el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo.
  • Hipertensión crónica con preeclampsia: mujeres con hipertensión crónica preexistente que desarrollan preeclampsia durante el embarazo, lo que genera complicaciones adicionales.

    Cómo controlar la preeclampsia o la presión arterial elevada durante el embarazo

    Si bien la preeclampsia puede generar miedo, es importante saber que la mayoría de las mujeres que la padecen tienen bebés sanos. La clave es detectarla y someterse al tratamiento necesario que le indique su médico. Dado que la presión arterial alta suele ser asintomática, es importante que asista a todas sus visitas prenatales. Esto puede ayudar a controlar el desarrollo de la placenta y reducir el riesgo de sufrir complicaciones por preeclampsia. Es posible que su médico también le recete medicamentos que contribuyan a reducir la presión arterial y programe visitas más frecuentes para seguir de cerca la situación. La preeclampsia grave puede requerir hospitalización. Sin embargo, la única forma de "curar" la preeclampsia es dar a luz al bebé, por lo que es mejor controlar la afección hasta que sea seguro hacerlo.

    ¿Es seguro hacer ejercicio si tengo preeclampsia?"

    Si bien el ejercicio no solo es seguro sino también muy recomendable para las mujeres con un embarazo normal y saludable, ¿qué pasa si le diagnostican preeclampsia? ¿Cuáles son los efectos del ejercicio sobre la preeclampsia? ¿Es seguro hacer ejercicio con preeclampsia durante el embarazo?

    En términos generales, es seguro realizar ejercicio moderado con preeclampsia, siempre que no sea intenso. Sin embargo, nunca debe comenzar una nueva rutina de ejercicios sin consultarlo primero con su médico. El ejercicio físico tiene varios beneficios, pero no para todas las mujeres embarazadas. Cada persona es única; por consiguiente, cada embarazo y cada riesgo también son únicos. Hable sobre el ejercicio y la prevención o el tratamiento de la preeclampsia durante su visita de atención prenatal para comprender mejor su situación.

    ¿Puede el ejercicio prevenir la preeclampsia?

    No completamente. La preeclampsia no se puede prevenir por completo, pero se sabe que una dieta saludable y el ejercicio pueden ayudar a reducir la presión arterial. Por ello, adoptar un programa de ejercicio prenatal saludable puede ayudarla a controlar su presión arterial y los riesgos posteriores asociados con la preeclampsia.

    Beneficios del ejercicio durante el embarazo

    El ejercicio regular puede disminuir el riesgo de preeclampsia, pero eso no significa que la prevenga por completo. La preeclampsia puede ocurrir de forma inesperada, pero aun así es importante hacer todo lo posible para aumentar las posibilidades de tener un embarazo saludable. Una manera de hacerlo es mediante la actividad física recreativa. Se ha demostrado que el ejercicio tiene varios beneficios adicionales para las mujeres embarazadas, incluidos algunos de los siguientes:

  • La actividad aeróbica mejora los niveles de energía
  • El ejercicio puede reducir los dolores de espalda, el estreñimiento y la hinchazón
  • El entrenamiento de resistencia aumenta el tono y la fuerza muscular
  • Hacer ejercicio reduce la presión arterial
  • La actividad física regular mejora los resultados del embarazo
  • Reduce el riesgo de preeclampsia
  • El aumento del volumen sanguíneo gracias al ejercicio puede mejorar el desarrollo de la placenta
  • Reduce el estrés oxidativo
  • Mejora la función metabólica
  • Puede ayudar a prevenir o tratar la diabetes gestacional
  • Mejora el estado de ánimo y la perspectiva general
  • Contribuye a mejorar la postura
  • Ayuda a dormir mejor

El ejercicio también puede tener beneficios para las mujeres embarazadas durante el parto. Algunos estudios sugieren que un mejor estado físico durante el embarazo puede contribuir a un trabajo de parto más corto, menos agotamiento y menos intervenciones médicas. No cambiará los niveles de dolor que sienta, pero el ejercicio puede ayudarla a prepararse para un parto saludable y sin complicaciones.

Consejos para realizar actividad física de manera segura durante el embarazo

El ejercicio regular puede ayudar a reducir el riesgo de preeclampsia y, al mismo tiempo, brindar otros beneficios para la salud. Tenga en cuenta los siguientes consejos para estar segura durante sus entrenamientos.

Consulte antes con su médico

Antes de comenzar, es importante hablar con su médico sobre el impacto del ejercicio en su embarazo. Su médico podrá brindarle asesoramiento personalizado según su historia clínica, cualquier afección médica existente (como preeclampsia) y las circunstancias específicas de su embarazo.

Elija ejercicios adecuados para el embarazo

Aparte de los deportes de alto impacto o el culturismo profesional, la mayoría de los ejercicios son seguros durante el embarazo. Sin embargo, algunos tipos de ejercicio están más orientados a la panza en crecimiento al final del embarazo. Pruebe algunas actividades de bajo impacto como caminar, nadar y practicar yoga prenatal. El ejercicio aeróbico combinado con un entrenamiento de fuerza leve proporcionará muchos beneficios.

Acostúmbrese a una nueva rutina de ejercicios

Si es la primera vez que practica ejercicio o está realizando una nueva actividad durante el embarazo, es aconsejable empezar de a poco y aumentar la intensidad de forma gradual. Este enfoque gradual permite que su cuerpo se adapte a las exigencias físicas y reduce el riesgo de lesiones. Comience con ejercicios de menor duración e intensidad y vaya aumentándolas progresivamente según su estado físico y comodidad lo permitan.

Obtenga ayuda de un profesional

Si no sabe lo que está haciendo, intente obtener ayuda de un entrenador profesional o de un especialista certificado en ejercicios prenatales.

Controle la intensidad

Durante sus entrenamientos, controle su frecuencia cardíaca y su nivel de esfuerzo. Tómese los descansos necesarios y trate de no esforzarse demasiado.

Coma para tener la energía necesaria para sus entrenamientos

Mantenga una dieta bien equilibrada y nutritiva para satisfacer sus necesidades energéticas durante el embarazo, especialmente si realiza actividad física. Priorice los alimentos que aporten nutrientes esenciales y manténgase bien hidratada.

Escuche su cuerpo

Preste mucha atención a las señales de su cuerpo durante el ejercicio. Deténgase y consulte a su prestador médico de inmediato si siente dolor, mareos, dificultad para respirar o malestar.

 

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