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ABC de la extracción de leche: conceptos básicos sobre lactancia y extracción

Durante el embarazo, toda mujer se prepara para una gran cantidad de cambios. Traer una nueva vida al mundo parece una tarea abrumadora, pero con el tiempo descubrirá qué es lo mejor para usted y su familia. Pronto habrá elaborado un cronograma y todo empezará a parecerle menos agobiante. Si necesita relajarse y descansar un poco del amamantamiento, es buena idea considerar la posibilidad de recurrir a la extracción de leche.  Recuerde: ¡todas las madres primerizas tienen un extractor de leche cubierto por el seguro!

Extraerse leche es una excelente opción para complementar la lactancia, ya que así puede brindarle a su bebé los mismos nutrientes y minerales esenciales que necesita para crecer y ser un niño fuerte. También le da la posibilidad de tomarse un descanso cada tanto y volver a trabajar sin que su bebé recién nacido tenga que dejar de recibir leche materna. Sin embargo, como muchas madres primerizas descubren, la extracción de leche no es tan sencilla como parece. Exige cierto grado de preparación y práctica. En este artículo, volcamos todos los conceptos básicos sobre lactancia y extracción en una guía completa: el ABC de la extracción de leche materna 101.

Beneficios de la extracción de leche

Antes de adentrarnos en la logística de la extracción, es importante conocer en profundidad sus beneficios. Muchas mujeres creen que la extracción de leche les hará perder tiempo de contacto con su bebé o causará lo que se llama "confusión tetina-pezón", pero no tiene por qué ser así.

Gracias a la extracción, su bebé puede recibir leche materna en cualquier momento del día, aunque usted no esté presente. Le brinda mayor autonomía y le permite volver a trabajar, salir alguna noche con sus amigos o simplemente compartir las responsabilidades con su pareja. La extracción también le da la oportunidad de mantener su caudal de leche y aliviar la inflamación. Si bien la confusión tetina-pezón es una posibilidad, hay muchas maneras de garantizar que su bebé igualmente se prenda al pecho y se alimente bien.

Cuándo comenzar con la extracción

La siguiente pregunta que se hacen muchas mujeres es cuándo conviene comenzar a extraerse leche, pero la respuesta no es tan simple. En realidad, depende de usted y de su situación particular. Algunas mujeres comienzan a extraerse inmediatamente después de haber tenido a su bebé, mientras que otras esperan algunas semanas. Si su bebé fue prematuro o tiene necesidades especiales, seguramente su médico le recomendará que comience a extraerse enseguida. También puede comenzar de inmediato si desea adelantarse para tener preparada una provisión de leche. La extracción no le impedirá amamantar, ya que su cuerpo funciona según un ciclo de suministro y demanda.

Si prefiere esperar algunas semanas para empezar, también está bien. Los recién nacidos se alimentan con mucha más frecuencia que un bebé de entre 4 y 6 semanas, así que a veces puede ser difícil encontrar el tiempo para extraerse leche.  Muchas mamás recientes valoran estos momentos que pasan con su bebé, sobre todo las que tienen una licencia por maternidad breve o necesitan volver a trabajar. Si planea volver a su trabajo, recuerde comenzar con la extracción unas dos o tres semanas antes para asegurarse de contar con una buena provisión de leche para entonces.

Si no sabe bien cuándo empezar a extraerse, hable con su médico o su asesor de lactancia para que le dé una recomendación adecuada a su situación específica.

Cómo empezar a extraerse

Sea cuando fuere que decida comenzar, hay algunos detalles que deberá tener en cuenta para ayudar a aumentar la eficacia de las extracciones  y su propia comodidad. Primero, asegúrese de estar relajada, ya que el estrés dificulta la extracción. En una habitación silenciosa, respire profundamente varias veces y trate de despejar su mente. Luego, estimule la bajada de leche masajeándose suavemente los pechos o aplicándose una compresa tibia.

También debe controlar que el extractor de leche quede bien sellado alrededor del pezón y la areola. Si su los embudos del extractor no son del tamaño adecuado, comenzará a sentir cada vez más molestias y no podrá extraer suficiente cantidad de leche. Verifique que el embudo esté centrado antes de comenzar.

Tómese el tiempo necesario para leer todas las instrucciones del extractor y así sabrá exactamente cómo usarlo y qué fase emplear en cada momento. Los extractores eléctricos vienen con diferentes velocidades e intensidades, de modo que es posible que deba probar varias veces antes de encontrar la configuración ideal. Comience con una intensidad de succión baja y vaya aumentando cuando empiece a fluir bien la leche. Luego, puede ir probando con diferentes velocidades e intensidades. Tenga en cuenta que elegir una configuración de intensidad y velocidad altas no necesariamente garantiza mayor caudal.

Los mejores horarios para extraerse

Los horarios ideales dependerán de sus actividades, pero muchas mujeres detectan que, si lo hacen por la mañana, aproximadamente una hora después de la primera toma del bebé, logran extraer mayores volúmenes de leche. Lo principal es armar un cronograma que sepa que podrá seguir todos los días. Si se extrae cuando termina de amamantar a su bebé, se asegurará de vaciar por completo los dos pechos, y su cuerpo recibirá la señal de empezar a producir más. Una vez que usted y su bebé se hayan adaptado al cronograma de amamantamiento, agregue alguna extracción en el medio para ayudar a aumentar la producción de leche y también sus reservas.

Frecuencia y duración de las extracciones

En cada sesión de extracción, asegúrese de vaciar sus pechos por completo. De esta manera, contribuirá a enviarle señales al cuerpo para que produzca más. Es probable que al principio las sesiones sean más largas, pero muchas mujeres comprueban que, una vez que se acostumbran y su cuerpo se adapta, pueden vaciar por completo un pecho en 15 a 20 minutos, aproximadamente. Para asegurarse de que se recogió toda la cantidad posible de leche en esa extracción, continúe uno o dos minutos después de que haya salido la última gota. Esto también le ayudará a evitar la inflamación.

Cómo guardar la leche materna en forma adecuada

Si se extrae leche para ir acumulando una reserva, es crucial que sepa cómo almacenarla correctamente. Si no se guarda como corresponde, la leche puede llegar a ser peligrosa para su bebé y en ese caso deberá desecharla. En Internet podrá hallar cientos de productos excelentes que la ayudarán a aprovechar al máximo su provisión de leche, pero siempre recuerde ponerle al frasco o bolsa una etiqueta con la fecha. En el freezer, la leche materna puede guardarse entre seis y 12 meses, aproximadamente, de modo que use primero la que se extrajo antes para contar siempre con una provisión constante y en buenas condiciones.

Muchas líneas de extractores de leche ofrecen frascos u otros recipientes a medida. Si prefiere una opción más simple, también hay bolsas de plástico específicas para guardar leche.

Para obtener los mejores resultados, guarde la leche materna en el freezer en pequeñas cantidades, ya que así le será más fácil descongelarla. Si prefiere guardarla en la parte del refrigerador, recuerde que solo será apta para consumo hasta cuatro días después de la extracción. Si piensa que no la va a utilizar dentro de los próximos cuatro días, guárdela directamente en el freezer. Si se extrae leche en el trabajo u otro lugar donde sabe que no podrá ponerla inmediatamente en el refrigerador o el freezer, considere la posibilidad de conseguir una nevera para leche portátil. Si bien la leche materna puede mantenerse fresca a temperatura ambiente hasta por cuatro horas, siempre es una buena idea estar preparada para eventualidades.

Limpieza del extractor

Por último, deberá limpiar y esterilizar su extractor de leche entre una sesión y otra. Si lo usa sucio, contaminará la leche y podrá causarle problemas de salud graves a su bebé. La mayoría de los extractores se pueden limpiar con agua caliente y jabón. Asegúrese de frotar todas las partes que estuvieron en contacto con su cuerpo o su leche con un cepillo destinado exclusivamente al extractor. La contaminación cruzada es tan peligrosa como un extractor sucio. Cuando haya terminado de limpiarlo, déjelo secar sobre una superficie esterilizada o una toalla limpia, y nunca lo guarde si aún está mojado, ni siquiera si está ligeramente húmedo. Algunos extractores de leche son aptos para lavar en lavavajillas. No olvide leer las instrucciones del fabricante  para aprender a limpiar adecuadamente el suyo.

Conclusión

Si bien la confusión tetina-pezón es una posibilidad, hay muchas maneras de garantizar que su bebé igualmente se prenda al pecho y se alimente bien.

Amamantar es una excelente forma de vincularse con su bebé y le brinda los nutrientes que necesita, pero podría ser posible que usted no esté presente cada vez que haya que alimentarlo. La extracción de leche materna le permite a usted brindarle a su bebé lo que necesita independientemente de si está presente o no. Si tiene dificultades para extraerse, consulte a su médico para buscar un asesor o especialista en lactancia. Investigue un poco para encontrar el extractor que más le convenga y recuerde que todas las mujeres embarazadas tienen derecho a recibir un extractor de leche eléctrico, pagado por su proveedor de seguro médico.

Si tiene algún consejo o sugerencia sobre el uso de extractores de leche o desea compartir su experiencia con un asesor de lactancia, visite nuestra  página de Facebook ¡y deje un comentario!