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¿Qué es la diástasis de los rectos?

Cualquier mujer puede sufrir cierto grado de separación abdominal durante el embarazo, pero hasta el 60 % de las mujeres continúan teniendo diástasis de los rectos después del parto. Muchas la experimentan durante el embarazo y después de él porque el bebé que crece empuja los músculos abdominales y hace que se separen lentamente. Si bien muchos casos se resuelven solos, de todos modos puede resultar un tanto extraño experimentarlo. Hemos elaborado una breve guía para ayudarla a entender mejor qué es la diástasis de los rectos y por qué ocurre.

¿Qué es la diástasis de los rectos?

Los músculos abdominales están en el estómago y parecen una "tabla de lavar" si tiene una masa corporal magra. Proporcionan soporte y estabilidad durante las actividades y se clasifican en cuatro grupos: oblicuos externos, oblicuos internos, recto abdominal y transverso abdominal.

La diástasis de los rectos, también denominada a veces "diástasis del músculo recto abdominal" (DRAM), es una alteración que afecta la zona en la que los tejidos conectivos sostienen el torso. Específicamente, la DRAM es la separación de los músculos rectos abdominales, los músculos largos que van del pecho a la pelvis. Estos músculos siempre están separados por un tejido conectivo llamado "línea alba", pero la diástasis de los rectos se produce cuando se estiran y la línea alba se separa.

Si bien la diástasis de los rectos puede afectar a cualquier persona, independientemente de la edad y del género, es más frecuente en mujeres embarazadas.

Puede sonar doloroso, pero la separación abdominal suele ser indolora, ya que se va produciendo lentamente a lo largo del tiempo. Sin embargo, algunas personas experimentan molestias o informan una sensación anormal en el abdomen. Si está experimentando cualquier síntoma preocupante o cualquier grado de dolor, no dude en comunicarse con su médico.

¿Cuán frecuente es la diástasis de los rectos?

La diástasis de los rectos es una afección frecuente, especialmente entre las mujeres embarazadas. Suele afectar a entre el 50 % y el 60 % de las mujeres durante el embarazo, pero algunos estudios revelaron que el 100 % de las participantes habían experimentado separación abdominal en el tercer trimestre. La diástasis de los rectos suele atenuarse o desaparecer por sí sola en los dos meses posteriores al parto, pero alrededor del 40 % de las mujeres informaron que la tuvieron por más tiempo.

En los hombres, a veces se confunde con la "panza de cerveza" y ocurre debido al aumento de peso, pero se recomienda hacer un examen para comprobar si hay diástasis de los rectos y recibir tratamiento.

Causas de la separación abdominal

La diástasis de los rectos en mujeres embarazadas o después del parto se produce para hacer lugar para el bebé a medida que crece. Todos los meses, los tejidos conectivos se estiran más y más para ayudar a que sus abdominales se separen y expandan y den lugar al útero. El aumento de la elasticidad parece estar asociado con el aumento de las hormonas del embarazo, como la relaxina, la progesterona y el estrógeno. Asimismo, el aumento de peso generalmente causa diástasis de los rectos, por lo que algunos hombres también la padecen.

Los factores de riesgo más frecuentes de la diástasis de los rectos incluyen:

  • Embarazo. Es el factor de riesgo más frecuente, especialmente si se trata de un embarazo múltiple (mellizos, trillizos, etc.). El crecimiento del útero estira los músculos abdominales.
  • Bebé grande.Si el bebé es grande, puede ejercer presión en los músculos abdominales, lo que aumenta la probabilidad de separación.
  • Estructura menuda. Las mujeres menudas tienden a experimentar diástasis de los rectos con más frecuencia.
  • Edad. Las madres de más de 35 años tienen mayor riesgo debido a la menor elasticidad de la piel y los músculos.
  • Múltiples embarazos. El estiramiento reiterado de los músculos abdominales en embarazos sucesivos puede aumentar el riesgo.
  • Parto vaginal. La acción de pujar durante el parto vaginal puede presionar la pared abdominal y hacer que los músculos se separen.
  • Genética. Los antecedentes familiares de diástasis de los rectos o tejido conectivo débil pueden hacerla más propensa a desarrollar la afección.
  • Índice de masa corporal (IMC) alto. El exceso de peso, especialmente alrededor del abdomen, puede ejercer presión en los músculos abdominales.
  • Ejercicio incorrecto. Realizar ejercicios que ejerzan demasiada presión en los músculos abdominales, como levantar peso o hacer ciertos ejercicios para el torso, puede contribuir a la diástasis de los rectos.
  • Cambios de peso rápidos. Un aumento o pérdida de peso considerable puede estirar y debilitar los músculos abdominales.​​​​​​​

Síntomas de la diástasis de los rectos

Cuando el bebé está creciendo en el útero, puede resultar difícil ver cualquier abultamiento abdominal. La panza del embarazo ocultará cualquier signo de separación abdominal, y usted probablemente no pueda sentir el hueco hasta el posparto.

Después del parto, el mayor signo de diástasis de los rectos es una separación o hueco visible entre los músculos abdominales. Según la gravedad de la separación, la zona media de la panza puede sobresalir bastante en los meses o, incluso, años posteriores al parto. También puede experimentar uno o más de los siguientes:

  • Debilidad en el torso
  • Un abultamiento visible por encima o por debajo del ombligo
  • Blandura alrededor de la parte media del estómago
  • Un aspecto cónico al contraer los músculos abdominales
  • Dificultad para levantar objetos pesados
  • Sensación de debilidad en el torso al caminar o hacer las tareas cotidianas
  • Dolor pélvico
  • Dolor de cadera
  • dolor lumbar
  • Mala postura
  • Debilidad de los músculos del piso pélvico (incontinencia urinaria)
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Constipación

Si nota cualquiera de estos síntomas y no tiene ningún dolor físico, es posible que tenga diástasis. Afortunadamente, puede hacer la prueba de la separación de los músculos abdominales en casa. Aun así, si está preocupada, tiene fiebre o signos de infección, o siente dolor, es importante que se ponga en contacto con su médico para que le haga pruebas de diagnóstico.

Diagnóstico de la diástasis de los rectos

Por lo general, es bastante fácil saber si tiene diástasis de los rectos. La separación muscular puede generar un abultamiento leve alrededor del ombligo, de modo que cuando mire hacia abajo podrá ver que sus músculos abdominales sobresalen del cuerpo con una forma ligeramente triangular, de forma similar a la de una tienda de campaña. Puede palparse el estómago o ir a ver a su médico para que le haga un examen físico. Algunos médicos también pueden indicar una ecografía para conocer con más precisión el grado de separación.

Palpación de los músculos abdominales en busca de signos de separación

Si desea revisar sus músculos abdominales, puede hacerlo fácilmente en la comodidad de su casa. Comience recostándose boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Coloque los dedos justo encima del ombligo, apuntando hacia abajo. Luego, levante despacio la cabeza y los hombros del suelo como si hiciera abdominales suaves. Esto hará trabajar los músculos abdominales. Presione los dedos hacia abajo y palpe para ver si hay algún hueco o separación entre los músculos. Si caben dos o más dedos en el hueco, puede tener diástasis de los rectos. Repita el proceso en el ombligo y unas pulgadas por encima y por debajo de este, dado que la separación puede variar en diferentes zonas.

¿Puede curarse la diástasis de los rectos?

Por fortuna, la diástasis de los rectos tiene solución, ya que la delgada banda de tejido conectivo es elástica y tiende a recomponerse lentamente. El tiempo que lleve puede depender de la gravedad de la separación de los músculos abdominales, que puede verse afectada por el grado de aumento de peso durante el embarazo. La clave es tener paciencia y elaborar un plan de tratamiento para su estilo de vida. Llevará algo de tiempo, pero la cirugía es una opción si no nota ningún cambio. Siempre consulte a su médico y considere ver a un fisioterapeuta para que la ayude a elaborar un programa de ejercicio eficaz.

Opciones de tratamiento para mujeres con diástasis de los rectos

El tratamiento de la diástasis de los rectos involucra una combinación de ejercicios, cambios en el estilo de vida y, a veces, intervenciones médicas. Uno de los enfoques más eficaces es realizar ejercicios específicos para el fortalecimiento del torso, creados para volver a juntar delicadamente los músculos abdominales. Además de hacer ejercicios en casa para la diástasis de los rectos, trabajar con un fisioterapeuta que se especialice en atención posparto puede ser sumamente beneficioso.

Mantener un peso saludable, practicar una buena postura y darse tiempo para recuperarse sin presión también puede hacer maravillas en las semanas posteriores a dar a luz. Sea paciente y amable con usted misma durante la recuperación e intente concentrarse en pasar tiempo de calidad con su bebé recién nacido.

En los casos graves, el médico puede recomendar cirugía para la diástasis de los rectos. Esta puede consistir en una liposucción o abdominoplastia. Si no ve ningún resultado con los ejercicios para restablecer la fuerza del torso, hable con su médico sobre sus opciones.

Cosas que empeoran la separación abdominal

Los ejercicios para la diástasis de los rectos son excelentes, pero hay algunos casos en los que se puede empeorar la separación. Evite hacer ejercicios que empujen el abdomen hacia afuera (p. ej., abdominales y sentadillas), e intente ponerse de lado al levantarse de la cama para evitar presiones innecesarias en la zona. Durante el período posparto, evite levantar cualquier cosa que sea más pesada que su recién nacido y dese tiempo para descansar y curarse antes de precipitarse a hacer ejercicios abdominales.

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