Embarazada hablando con su médico sobre el prolapso de los órganos pélvicos.

¿Qué es el prolapso del órgano pélvico?

El prolapso de los órganos pélvicos (POP) es una afección habitual que afecta a alrededor del 40% de las mujeres en todo el mundo en algún momento de su vida. Se produce cuando se debilitan o se dañan los músculos y los tejidos que sostienen los órganos pélvicos (vejiga, útero, vagina, uretra y recto). Esto hace que los órganos se caigan o sobresalgan hacia el canal vaginal. El POP puede ser angustiante e incómodo y afectar significativamente la calidad de vida de una mujer. No obstante, existen opciones de tratamiento. Para ayudarla a entender mejor esta afección y reconocer los síntomas, repasaremos todo lo que necesita saber sobre el prolapso de los órganos pélvicos y cómo reducir su riesgo de sufrir esta condición.

 

Distintos tipos de prolapso de los órganos pélvicos

El prolapso de los órganos pélvicos es una afección que se produce cuando los músculos y los ligamentos que sostiene los órganos pélvicos se debilitan o se estiran. Esto puede hacer que los órganos sobresalgan o se protruyan hacia el interior de la vagina, lo cual causa molestias, dolor e incontinencia. Existen varios tipos de prolapso de los órganos pélvicos y cada uno involucra distintos órganos y estructuras. Estos son algunos de los tipos más comunes:

  • Cistocele: este tipo de prolapso se produce cuando la vejiga empuja la pared anterior de la vagina. Puede causar incontinencia urinaria, micción frecuente y la sensación de que la vejiga no queda completamente vacía.

     

  • Enterocele: el enterocele se produce cuando el intestino delgado empuja la parte superior de la vagina. Puede causar molestias durante las relaciones sexuales y problemas intestinales como el estreñimiento.

     

  • Rectocele: en este tipo de prolapso, el recto empuja la pared posterior de la vagina. Puede causar dificultades para defecar y molestias durante el coito.

     

  • Uretrocele: el uretrocele se produce cuando la uretra empuja la pared anterior de la vagina. Puede causar incontinencia urinaria y dificultad para vaciar la vejiga.

     

  • Prolapso uterino: este tipo de prolapso se produce cuando el útero se desliza hacia el interior de la vagina. Puede causar molestias y dolor en la parte baja de la espalda y la región pélvica, así como problemas urinarios e intestinales.

     

  • Prolapso de la bóveda vaginal: ­esto sucede cuando la parte superior de la vagina pierde sostén y cae hacia el interior del canal vagina. Puede causar molestia y dolor durante las relaciones sexuales, además de problemas urinarios e intestinales.

 

Causas de prolapso de los órganos pélvicos

Cualquier tipo de presión sobre la cavidad abdominal tiene la potencialidad de llevar al prolapso de los órganos pélvicos; no obstante, algunos factores aumentan el riesgo. Algunos de los factores de riesgo del debilitamiento de la pared abdominal son:

  • Embarazo y parto: el esfuerzo y la presión de cargar un bebé y del parto pueden debilitar los músculos y ligamentos del piso pélvico, lo que deriva en un prolapso.

     

  • Menopausia: a medida que bajan los niveles de estrógeno durante la menopausia, los tejidos pélvicos se hacen más delgados, más débiles y menos elásticos, lo que aumenta el riesgo de prolapso.

     

  • Tos crónica: la tos crónica puede generar presión sobre los músculos del piso pélvico, lo cual, a su vez, es posible que lleve al debilitamiento y al prolapso.

     

  • Levantar objetos pesados: levantar objetos pesados o hacer esfuerzos repetidos es otra posible causa de debilitamiento de los músculos del piso pélvico, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar POP.

     

  • Genética: algunas mujeres tienen una predisposición genética al prolapso de los órganos pélvicos debido a debilidades estructurales heredadas de sus tejidos pélvicos.

     

  • Obesidad: tener sobrepeso u obesidad conlleva a una posible mayor presión sobre los músculos del piso pélvico, lo que aumenta el riesgo de prolapso.

     

  • Envejecimiento: a medida que envejecemos, los músculos del piso pélvico naturalmente se debilitan y pierden elasticidad. Esto puede aumentar el riesgo de prolapso, especialmente cuando se combina con otros factores.

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    Síntomas de prolapso de los órganos pélvicos​​​​​​​

    Algunos casos de prolapso de los órganos pélvicos son muy notorios, mientras que otros son menos evidentes. Algunos síntomas de POP:

  • Dolor de espalda
  • Dolor durante el coito
  • Sensación de presión o de "estar llena" en la región pélvica
  • Constipación
  • Falta de control intestinal
  • Manchado o sangrado
  • La sensación de que hay algo cayendo de la vagina.
  • Incontinencia

 

Estos síntomas no son específicos del prolapso de los órganos pélvicos y cada tipo de prolapso tiene signos particulares. Si presenta cualquiera de estos u otros síntomas, no dude en programar una cita con su médico.

 

Diagnóstico del prolapso de los órganos pélvicos

Es posible diagnosticar el prolapso de los órganos pélvicos a través de un examen físico y una revisión de sus antecedentes médicos. Durante el examen, el prestador médico le pedirá que se acueste y realizará una exploración visual y física de su pelvis. Es muy común también que use un espéculo para examinar la vagina y el cuello del útero.

Otra práctica regular es realizar una prueba de fuerza de los músculos del piso pélvico, en la que le pedirá que contraiga los músculos del piso pélvico mientras trata de retirar el dedo de la vagina. Esta prueba apunta a determinar la fuerza de los músculos de su piso pélvico y si hay un prolapso de los órganos pélvicos.

En algunos casos, se utilizan pruebas de diagnóstico por imágenes, como RMN o ecografías, para evaluar la magnitud y gravedad del prolapso. A veces, es difícil diagnosticar el prolapso de los órganos pélvicos, ya que los síntomas suelen ser similares a otras afecciones, como infecciones urinarias o cistitis intersticial. Su médico trabajará con usted para garantizar que reciba el diagnóstico y el tratamiento adecuados.

 

Cómo tratar el prolapso de los órganos pélvicos

El prolapso de los órganos pélvicos puede ser una afección difícil de manejar, pero existen varias opciones de tratamiento tendientes a ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Algunos de los tratamientos más habituales para el prolapso de los órganos pélvicos son los siguientes:

 

Cambios en el estilo de vida

Hacer ciertas modificaciones al estilo de vida a menudo disminuye los síntomas del prolapso de los órganos pélvicos. Por ejemplo, bajar de peso si tiene sobrepeso u obesidad, evitar levantar objetos pesados, hacer esfuerzos o dejar de fumar.

 

Ejercicios para el piso pélvico

Los ejercicios de Kegel son útiles para fortalecer los músculos del piso pélvico y aliviar los síntomas del prolapso. Su prestador médico le explicará cómo identificar los músculos y la orientará sobre como realizar los ejercicios correctamente.

 

Terapia hormonal

La hormonoterapia, como la terapia de reemplazo de estrógenos, es una opción que contribuye a mejorar la fuerza y elasticidad de los tejidos vaginales y reducir los síntomas de prolapso en mujeres posmenopáusicas.

 

Pesario vaginal

Un pesario vaginal es un dispositivo removible que se introduce en la vagina para brindar sostén a los órganos pélvicos. Los pesarios vienen en distintas formas y tamaños y suelen ser una opción no quirúrgica efectiva para manejar el prolapso de los órganos pélvicos.

 

Cirugía

En ciertos casos graves de prolapso de los órganos pélvicos, es necesario realizar una intervención quirúrgica con el fin de reparar o sostener el piso pélvico. Hay varias opciones quirúrgicas disponibles, como la histerectomía, colpocleisis, colporraiga, sacrocolpopexia, sacrohisteropexia y reparación con malla vaginal. Su prestador médico la ayudará a determinar qué opción quirúrgica es la mejor para usted según sus necesidades, tipo de prolapso y antecedentes médicos.

 

Maneras de prevenir el prolapso de los órganos pélvicos

Si bien, no siempre es posible prevenir el prolapso de los órganos pélvicos, existen algunas medidas que reducen el riesgo de sufrirlo. Estos son algunos cambios de estilo de vida para prevenir el POP.

 

Cuide su peso

Tener sobrepeso u obesidad genera una mayor presión sobre los músculos del piso pélvico, lo que aumenta el riesgo de prolapso. Mantener un peso saludable ayuda a reducir esta presión. Pruebe llevar una dieta con alimentos nutritivos e integrales y consulte a su médico si tiene dificultades para bajar de peso.

 

Realice ejercicios para el piso pélvico

Los ejercicios de Kegel, que implican contraer y relajar los músculos utilizados para controlar la micción, contribuyen a fortalecer los músculos del piso pélvico y disminuir el riesgo de prolapso.

 

Evitar levantar peso

Levantar objetos pesados repetidamente implica un esfuerzo de los músculos del piso pélvico, lo que lleva al debilitamiento y el prolapso. Si debe levantar peso, asegúrese de usar las técnicas apropiadas y descansar cada vez que lo necesite. Otra buena recomendación es usar prendas de compresión posparto , las cuales ayudan a mantener tensos los músculos abdominales.

 

Deje de fumar

Fumar es una causa común de tos crónica, la cual, a su vez, genera presión sobre los músculos del piso pélvico y promueve la posibilidad de un prolapso. Además, fumar daña varios sistemas del cuerpo, lo que deriva en distintas complicaciones.

 

Tratar el estreñimiento

Los esfuerzos realizados durante la defecación a menudo debilitan los músculos del piso pélvico y aumentan el riesgo de prolapso. Para prevenir el estreñimiento, pruebe llevar una dieta con alto contenido de fibra, haga ejercicio regularmente y beba mucha agua a lo largo del día.

 

Consulte a su prestador médico

Si tiene antecedentes familiares de prolapso u otros factores de riesgo, consulte a su prestador médico sobre qué medidas extra tomar para reducir el riesgo.

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