Mujer mirando su vientre de embarazada.

13 factores que pueden afectar la fertilidad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad afecta a un 17.5% de la población adulta en todo el mundo. Esto quiere decir que aproximadamente una de cada seis personas padece algún grado de infertilidad. Si bien en el pasado la infertilidad se atribuía principalmente a factores femeninos, se ha descubierto que afecta a ambos sexos prácticamente por igual. La infertilidad también puede ser temporal o permanente, pero hay varios factores que entran en juego. Para que pueda comprender mejor sus circunstancias, repasaremos los 13 factores que pueden afectar la fertilidad, y le contaremos qué puede hacer si tiene problemas para concebir.

 

Síntomas de infertilidad

La infertilidad es la incapacidad de concebir un hijo después de 12 meses de relaciones sexuales sin protección. Sin embargo, puede haber otros indicios de problemas de fertilidad. Algunos de los signos o síntomas más comunes de infertilidad en las mujeres son:

  • Ciclos menstruales irregulares
  • Ausencia de periodos menstruales
  • Períodos menstruales dolorosos o abundantes
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Secreción vaginal anormal
  • Desequilibrios hormonales
  • Síndrome de ovario poliquístico (SOPQ)
  • Endometriosis
  • Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
  • Varios abortos espontáneos

 

Los síntomas comunes de infertilidad en los hombres son:

  • Bajo número de espermatozoides
  • Morfología anormal del esperma
  • Disfunción eréctil
  • Dificultad para mantener una erección
  • Dolor, inflamación o bulto en la zona testicular
  • Desequilibrios hormonales
  • Varicocele
  • Eyaculación retrógrada
  • Obstrucción de los conductos eyaculadores

 

Si usted tiene dificultades para concebir o presenta alguno de los síntomas anteriores, lo mejor es que consulte a su médico para hacerse pruebas de fertilidad.

 

13 factores que pueden afectar la fertilidad

Dicho esto, hay algunos factores que pueden afectar la fertilidad antes de que aparezca cualquier signo. Si se informa sobre estos factores, podrá tomar decisiones más saludables que favorezcan su salud reproductiva o pedir ayuda a su médico antes de empezar a intentar concebir.

 

1. Edad

La edad es un factor importante que influye en la fertilidad, principalmente en las mujeres. Esto se debe a que las mujeres nacen con un número limitado de óvulos y, a medida que envejecen, la cantidad y calidad de éstos disminuye. Como consecuencia, las mujeres de entre 30 y 40 años pueden tener dificultades para concebir de forma natural y más riesgo de aborto espontáneo y de anomalías cromosómicas como el síndrome de Down.

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En cambio, los hombres suelen presentar un descenso más gradual de la fertilidad con la edad. Si bien pueden seguir produciendo espermatozoides a lo largo de toda su vida, con el tiempo la calidad de éstos puede ir deteriorándose y reducir la fertilidad. La edad paterna avanzada también se ha asociado a un riesgo ligeramente mayor de determinadas afecciones genéticas y mayor tiempo transcurrido hasta la concepción.

 

2. Hormonas

Las hormonas también desempeñan un papel vital en la fertilidad. En las mujeres, las hormonas como el estrógeno y la progesterona regulan el ciclo menstrual, preparan el útero para el embarazo y garantizan la liberación de óvulos desde los ovarios. La hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) también son necesarias para la función ovárica. La FSH estimula el crecimiento de los folículos que contienen óvulos, mientras que la LH provoca la ovulación y libera el óvulo maduro para su posible fecundación. Los desequilibrios en estas hormonas pueden afectar la ovulación y provocar problemas de fertilidad. Las hormonas también influyen en el entorno uterino de la mujer, que es esencial para la implantación y el desarrollo temprano del embarazo.

En los hombres, las hormonas luteinizante (LH) y foliculoestimulante (FSH) regulan la producción de espermatozoides en los testículos. La LH estimula la producción de testosterona, necesaria para la producción de esperma, mientras que la FSH favorece el desarrollo de los espermatozoides. Los desequilibrios hormonales pueden afectar la cantidad y calidad de los espermatozoides, con el consiguiente impacto en la fertilidad masculina.

 

3. Peso

Mantener un peso saludable es esencial para lograr una fertilidad óptima, ya que las personas con sobrepeso o bajo peso pueden tener dificultades para concebir. El sobrepeso puede afectar el equilibrio hormonal de la mujer y provocar ciclos menstruales irregulares y problemas de ovulación. La obesidad también está asociada a un mayor riesgo de padecer enfermedades como el síndrome de ovario poliquístico, que puede provocar desequilibrios hormonales y dificultar la fertilidad. Con el tiempo, el exceso de grasa corporal puede provocar resistencia a la insulina y alterar aún más las hormonas reproductivas. Tener un peso por debajo de lo recomendable también puede perjudicar el equilibrio hormonal.

En los hombres, la obesidad se ha asociado a una menor calidad del esperma y a una disminución de la fertilidad. El sobrepeso también repercute en los niveles hormonales, lo cual puede provocar una disminución de la testosterona y un aumento del estrés oxidativo y de la inflamación, todo lo cual afecta la salud de los espermatozoides. Un peso inferior al normal también puede reducir la producción de esperma y perjudicar su movilidad.

 

4. Tabaquismo

Fumar tiene un efecto perjudicial sobre la fertilidad, tanto en el hombre como en la mujer. Puede alterar el equilibrio hormonal, interferir en el desarrollo y la liberación de óvulos, y aumentar el riesgo de padecer enfermedades reproductivas como la endometriosis. También daña el ADN de los óvulos, lo que conlleva un mayor riesgo de aborto espontáneo y embarazo ectópico. El tabaquismo también puede acelerar la pérdida de óvulos y contribuir a adelantar la menopausia.

En los hombres, el tabaquismo se ha asociado a una disminución del número de espermatozoides, una reducción de su movilidad y un aumento de las anomalías en su forma y función. Por lo tanto, dejar de fumar es fundamental para mejorar los resultados de la fertilidad y la salud reproductiva general de todos.

 

5. Alcohol

El consumo excesivo de alcohol puede alterar el equilibrio hormonal y generar ciclos menstruales irregulares y problemas de ovulación en las mujeres. El alcohol también puede afectar el desarrollo y la calidad de los óvulos e incluso quizá disminuir las posibilidades de fecundación e implantación adecuadas.

En los hombres, el consumo de alcohol puede perjudicar la producción y el funcionamiento de los espermatozoides, como su número, movilidad y morfología. También puede alterar los niveles hormonales y favorecer la disfunción eréctil.

 

6. Infecciones de transmisión sexual (ITS)

Algunas ITS, como la clamidia y la gonorrea, pueden provocar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) en las mujeres. Esta puede generar cicatrices y daños en los órganos reproductores, incluidos las trompas de Falopio y el útero, lo cual puede impedir que los óvulos lleguen al útero. Esto aumenta el riesgo de embarazo ectópico, que es peligroso tanto para la madre como para el bebé.

En los hombres, las ITS pueden producir inflamación y dañar el aparato reproductor, con la consiguiente disminución de la calidad y la movilidad del esperma. Las ITS como la sífilis y el virus del papiloma humano (VPH) también pueden tener efectos a largo plazo sobre la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres, e incrementar el riesgo de complicaciones durante el embarazo.

 

7. Medicamentos

Algunos medicamentos, como los usados en quimioterapia y radioterapia para el tratamiento del cáncer, pueden dañar los órganos reproductores, incluidos los ovarios y los testículos, y provocar infertilidad temporal o permanente. Otros medicamentos, como ciertos antidepresivos, antipsicóticos y antiepilépticos, pueden influir en los niveles hormonales y alterar el funcionamiento normal del aparato reproductor. Los medicamentos utilizados para tratar enfermedades crónicas como la hipertensión o los trastornos autoinmunes también pueden tener efectos secundarios que pueden interferir en la fertilidad.

 

8. Estrés

El estrés desencadena la liberación de hormonas del estrés como el cortisol, que pueden interferir en la producción y regulación de las hormonas reproductivas. Esta alteración puede afectar el ciclo menstrual de la mujer y reducir la producción de esperma o perjudicar su calidad. Intente incorporar algunas técnicas de relajación profunda si padece niveles elevados de estrés.

 

9. Sueño

La falta de sueño puede provocar desequilibrios hormonales, que influyen en la liberación de hormonas reproductivas como la hormona luteinizante (LH) y la hormona foliculoestimulante (FSH). Además, los trastornos del sueño también se han vinculado a un aumento de los niveles de hormonas del estrés, que pueden alterar aún más la fertilidad.

 

10. Factores ambientales

La exposición a toxinas ambientales como plaguicidas, metales pesados y sustancias químicas alteradoras endocrinas (SAE) puede repercutir en la salud reproductiva de hombres y mujeres. Estas sustancias pueden influir en el equilibrio hormonal, alterar la producción y calidad de los espermatozoides, perjudicar el desarrollo de los óvulos y aumentar el riesgo de infertilidad. Además, ciertos factores ambientales como la contaminación, la radiación y los niveles elevados de estrés laboral también pueden agravar los problemas de fertilidad.

 

11. Hacer ejercicio

El ejercicio puede tener efectos positivos y negativos sobre la fertilidad. El ejercicio moderado se ha relacionado con la mejora de la fertilidad tanto en hombres como en mujeres, ya que ayuda a mantener un peso corporal saludable, regular los niveles hormonales, mejorar la circulación sanguínea y reducir los niveles de estrés.

Sin embargo, el ejercicio excesivo e intenso, sobre todo en las mujeres, puede provocar cambios en el ciclo menstrual y la ovulación. Las mujeres deportistas o con poca grasa corporal pueden tener periodos irregulares o dejar de menstruar.

 

12. Nutrición

Se necesita una ingesta adecuada de vitaminas, minerales, antioxidantes y macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) esenciales para la producción de hormonas, el desarrollo de óvulos y espermatozoides, y la salud reproductiva en general. Por lo tanto, el consumo de una dieta variada que incluya frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables puede favorecer la fertilidad al aportar los nutrientes necesarios para los procesos reproductivos..

 

13. Afecciones médicas

En las mujeres, algunas afecciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), la endometriosis y los fibromas uterinos pueden alterar el equilibrio hormonal normal e interferir en la ovulación y la implantación, lo cual puede provocar infertilidad o una disminución de la fertilidad.

En los hombres, el varicocele y los trastornos testiculares pueden incidir en la producción y la calidad de los espermatozoides. Además, los trastornos hormonales, la disfunción tiroidea, las enfermedades autoinmunes y ciertas afecciones genéticas también pueden tener un impacto en la fertilidad de ambos sexos.

 

La fertilidad es un tema complejo en el que influyen diversos factores. Si tiene dificultades para concebir, es importante que hable con su médico para comprender mejor los factores específicos que contribuyen en su caso. Hay opciones para todos, y si se convierte en padre o madre, Byram Healthcare estará ahí para ayudarlo. Ofrecemos una amplia selección de extractores de leche con cobertura de seguro  para las mamás primerizas y embarazadas, de modo que puedan darle siempre a su bebé todos los nutrientes que necesita. Consulte hoy nuestra tabla comparativa de extractores de leche para conocer sus diferencias.