padre alimentando a su bebé

Pautas de bebidas para infantes y niños

Alimentar a un recién nacido es bastante sencillo. Comen y beben una sola cosa: leche materna, leche de fórmula o una combinación de ambas. Pero ¿qué ocurre cuando comienzan a comer alimentos sólidos y necesitan hidratación adicional? ¿Existen pautas de bebidas para cuando comienza a incorporar nuevos líquidos en su dieta? ¿Cuáles son las bebidas más (y menos) recomendables que pueden consumir? En este artículo, comentaremos algunas pautas esenciales de bebidas para infantes y niños de hasta tres años.

Algunas consideraciones sobre las bebidas saludables

Las tácticas de comercialización actuales, a veces, dificultan distinguir qué es saludable y qué no. Las frases y palabras clave se incluyen en el frente de las etiquetas, lo que dificulta elegir la opción correcta. ¿Es realmente jugo 100% de frutas, elaborado íntegramente con frutas? Si un producto incluye el término "orgánico" en la etiqueta, ¿quiere decir que es verdaderamente orgánico? La clave está en leer las etiquetas. Compruebe si el jugo de frutas tiene azúcar agregada, y lea los ingredientes de los productos que podrían comercializarse de manera tal que se vean saludables. Cuando tenga duda, hable con su pediatra que podrá brindarle claridad y otras recomendaciones adicionales.

Bebidas que debe evitar dar a los niños

A pesar de que las mejores bebidas suelen ser agua y leche pura (a determinada edad), los niños están expuestos a miles de bebidas diferentes, desde bebidas deportivas a leche chocolatada y muchas más. Sin embargo, las investigaciones sobre alimentación saludable sugieren que muchas de las bebidas en el mercado pueden tener efectos adversos sobre la salud y deberían, por lo tanto, evitarse hasta que los niños sean un poco más grandes. Para obtener más información, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones, que cuentan con el aval de la American Academy of Pediatric Dentistry (AAPD) y otras organizaciones de salud líderes:

Bebidas endulzadas con azúcar

Las bebidas como refrescos, bebidas deportivas y frutales que contienen azúcares agregados pueden tener un sabor atrayente para los niños, pero vienen acompañadas de riesgos significativos para la salud. El consumo de gran cantidad de bebidas azucaradas puede causar un mayor riesgo de obesidad, deterioro dental y diabetes tipo 2, incluso a una edad temprana. Además, estas bebidas suelen reemplazar a otras bebidas más saludables como el agua o la leche, lo que provoca deficiencias nutricionales. Entre otras bebidas endulzadas con azúcar se incluyen agua endulzada, té endulzado, y más.

El exceso de calorías o de azúcar no ayuda a los niños pequeños, ya que, a menudo, interfiere en la regulación natural del apetito y en el desarrollo general. Si bien las pautas recomiendan evitarlas por completo durante la primera infancia, los niños pueden disfrutarlas con moderación a medida que crecen.

Bebidas con endulzantes artificiales

A pesar de que las bebidas con endulzantes artificiales, como las gaseosas dietéticas, pueden parecer una buena alternativa con pocas calorías, no son necesariamente saludables para los niños. Existen pocas investigaciones sobre los efectos a largo plazo de los endulzantes artificales en la salud de los niños. Sin embargo, algunos estudios sugieren que podrían afectar las preferencias gustativas de manera negativa y promover, en consecuencia, un mayor gusto por lo dulce en las siguientes etapas de la vida. Estas bebidas también pueden alterar los procesos naturales del cuerpo, como el control del apetito y el metabolismo, por lo que es mejor saltarlas por el momento.

Alternativas no lácteas (leche de origen vegetal)

La leche de origen vegetal, como de almendras, castaña de cajú, avena o soja, posiblemente no aporte los mismos nutrientes esenciales que la leche de vaca. Muchas alternativas no lácteas tienen menor contenido de proteínas, calcio y vitamina D, nutrientes que son esenciales para el desarrollo en la primera infancia. Además, algunas leches de origen vegetal pueden contener azúcares agregados o aditivos innecesarios, que perjudican el crecimiento de los niños pequeños. A pesar de que algunas alternativas de leche pueden utilizarse en determinadas situaciones (por ejemplo, alergia a los lácteos), solo deben proporcionarse a los niños después de una consulta con su pediatra, nutricionista o un profesional de la medicina.

Bebidas con cafeína

Las bebidas con cafeína, como el té, el café y las bebidas energéticas, no deben darse a los infantes o niños pequeños. En los niños, la cafeína puede causar trastornos del sueño, irritabilidad, aumento de la frecuencia cardíaca e incluso ansiedad. También puede afectar el desarrollo del sistema nervioso del niño y reducir la absorción de calcio, que es importante para el crecimiento de los huesos. Espere a que sean más grandes para ofrecerles un sorbo de su café o déjeles probar una versión descafeinada si tienen curiosidad.

Leches saborizadas

Las opciones saborizadas, como la leche chocolatada o de frutillas, parecen una buena manera de que los niños comiencen a tomar leche entera, pero, a menudo, contienen gran cantidad de azúcar agregada. Esto puede contribuir a varios resultados de salud adversos, por lo que no se recomienda el consumo de estas bebidas.

Leche para niños pequeños

Los productos lácteos para niños pequeños se comercializan como alternativas nutritivas para los niños, pero la mayoría de estos son innecesarios y contienen azúcar agregada, grasas y aditivos sobrantes. Los expertos concuerdan en que estos productos no aportan ningún beneficio adicional a la salud, en comparación con la leche de vaca o de fórmula. Por el contrario, incentivan a una mayor preferencia por las bebidas endulzadas más adelante. Por lo general, los niños de uno a tres años pueden pasar de la leche materna o de fórmula a la leche de origen animal sin ningún problema.

Pautas de bebidas recomendadas según la edad

A pesar de que muchas veces es difícil determinar lo que es mejor para su hijo, en cierto modo, las pautas de bebidas son bastante sencillas. Las distintas organizaciones de salud están de acuerdo, por lo que puede tener por seguro que le está dando a su hijo lo que realmente necesita. La American Academy of Pediatrics (AAP), la Academy of Nutrition and Dietetics (Eat Right), la American Academy of Pediatric Dentistry (AAPD) y la American Heart Association (AHA) recomiendan las siguientes pautas.

Recién nacidos: de 0 a 6 meses

Durante los primeros seis meses de vida, los recién nacidos solo necesitan leche materna o de fórmula. La leche materna ofrece una combinación perfecta de nutrientes, anticuerpos y enzimas que ayudan al crecimiento, al desarrollo del cerebro y al sistema inmunológico del bebé. Está especialmente concebida para satisfacer todas sus necesidades nutricionales. Si amamantar no es una opción, la leche de fórmula es una alternativa segura y nutritiva que se asemeja a la leche materna.

A esta edad, el agua, el jugo y otros líquidos no son necesarios y pueden ser dañinos. El agua, en particular, puede causar un desequilibrio de los electrólitos en el recién nacido e interferir con la absorción de nutrientes de la leche materna o de fórmula. Opte exclusivamente por la lactancia o la alimentación con leche de fórmula hasta que su pediatra le haga otra recomendación.

Infantes: de 6 a 12 meses

Alrededor de los seis meses, los bebés comienzan a comer alimentos sólidos, pero la leche materna o de fórmula debe seguir siendo su principal fuente de alimento. Incorpore pequeños sorbos de agua para ayudar a su bebé a adaptarse a las nuevas texturas y alimentos, sobre todo con las comidas. El agua contribuye a la hidratación y ayuda a una digestión saludable, pero todavía no debe reemplazar la leche materna o de fórmula.

Si bien el jugo se promociona como una opción saludable, es mejor evitarlo durante este período. El jugo tiene un alto contenido de azúcares naturales y carece de fibra. Como alternativa, opte por frutas enteras y agua pura.

Bebés: de 12 a 24 meses

Cuando su bebé cumple un año, puede empezar a ofrecerle leche de vaca entera. La leche entera es importante para los niños pequeños porque contiene grasas esenciales para el desarrollo del cerebro. Los expertos recomiendan entre 2 y 3 tazas de leche entera por día para garantizar que el niño consuma la cantidad de grasas, calcio y vitamina D que necesita para desarrollar huesos y dientes fuertes. Si nota alguna señal de que su hijo puede ser intolerante a la lactosa, hable con el pediatra.

Durante este tiempo, el agua también deber ser un componente regular de su dieta. Anímelo a beber agua durante todo el día, en especial entre las comidas. Es mejor mantenerlo hidratado, sin agregar calorías ni azúcares adicionales.

El jugo, incluso los jugos 100% de frutas, todavía debe limitarse. Si decide ofrecerle jugos, hágalo de manera esporádica; no más de 4 onzas (½ taza) por día.

Niños pequeños: de 2 a 3 años

El consumo de leche de su hijo puede comenzar a cambiar de leche entera a leche semidesnatada y desnatada, según las indicaciones de su pediatra. La mayoría de los niños de esta edad ya no necesitan el contenido más alto de grasas que aporta la leche entera después de los dos años, y cambiar a las opciones desnatadas puede ayudar a reducir la ingesta de calorías innecesarias, sin que esto implique perder los nutrientes esenciales como el calcio y la vitamina D.

El agua debe seguir siendo la primera opción de bebida para hidratación de su niño. Ofrezca agua periódicamente a lo largo del día, sobre todo en los momentos de juego y las comidas. Evite las bebidas frutales, gaseosas o bebidas con endulzantes artificiales. Si bien estas bebidas podrían ser tentadoras, también pueden contribuir a un aumento de peso poco saludable, problemas dentales y a la preferencia por alimentos azucarados o con endulzantes artificiales.

A esta edad, es importante desarrollar hábitos saludables respecto a las bebidas que perdurarán en la niñez y en las etapas siguientes. Al hacer hincapié en el agua y la leche pura como las principales opciones de bebida, está preparando el escenario para elecciones saludables en el largo plazo.

Respaldar el crecimiento y desarrollo saludable desde el 1.° día

Hay una variedad de cosas que aprenderá como madre primeriza. Sin embargo, durante estos primeros días, es importante que recuerde que la leche materna es la mejor opción para los recién nacidos. Aunque se puede usar leche de fórmula ante cualquier inconveniente, trabajar con un asesora de lactancia puede ayudarle a entender sus opciones.

Algunas mujeres pueden amamantar en forma exclusiva hasta que se incorporan los alimentos sólidos, mientras que otras mamás recientes pueden tener dificultades para que el bebé se prenda al pecho. Sin embargo, amamantar no es la única opción para darle leche materna a su bebé. El uso de un extractor de leche la ayudará a reforzar el suministro de leche y extraerla para el biberón, incluso si tiene complicaciones para que el bebé "se prenda".

Para más información, consulte con su asesora de lactancia o averigüe sobre el extractor de leche cubierto por el seguro de Byram Healthcare. Póngase en contacto con uno de nuestros especialistas hoy mismo para que la asesoren sobre la lactancia o iniciar su pedido.