Los 14 errores más comunes de las madres primerizas al amamantar

Después del parto, cuando tenga a su bebé en brazos y esté admirando sus pequeños rasgos, llegará el momento de empezar a amamantarlo. Lo ideal es que lo haga poco tiempo después del parto, pero todas las situaciones son distintas, así que siga las recomendaciones de su médico o su asesora de lactancia No importa si es madre primeriza o ya tiene experiencia con la lactancia: todos los niños son diferentes. Para estar segura de que está aprovechando al máximo la lactancia y dándole a su hijo o hija lo que necesita para desarrollarse de manera saludable, es importante que evite algunos errores habituales. Para ayudarla con esta experiencia, le contamos cuáles son los 15 errores más comunes que cometen las madres primerizas al amamantar, y cómo solucionarlos.

  1. Amamantar según un cronograma estricto

    Las mamás primerizas se esfuerzan demasiado por prepararse y resolver todo lo posible durante el embarazo. Para muchas de ellas, esto incluye elaborar un estricto cronograma de amamantamiento con horarios de lactancia fijos, distribuidos en su calendario como si fueran citas. Aunque seguir un cronograma general es buena idea para garantizar que el bebé reciba leche suficiente, no piense que es necesario respetarlo a rajatabla. Lo más probable es que sus horarios sufran modificaciones, y las sesiones de lactancia no siempre podrán insertarse a la perfección en el calendario. Es mejor, por el contrario, que intente detectar las señales de hambre de su bebé y conozca bien sus necesidades específicas antes de tratar de poner en práctica un sistema con plazos definidos. En realidad, si se empeña en seguir un cronograma muy riguroso, es posible que disminuya su producción de leche..

  2. Ignorar las señales de hambre de su bebé

    "Mira al bebé, no el reloj" es un lema sobre lactancia muy conocido que seguramente las madres primerizas oirán de boca de sus médicos, asesores de lactancia y otras madres con experiencia en amamantamiento. Seguir esta indicación es crucial si quiere evitar problemas al amamantar. Si aplica este tipo de alimentación perceptiva, estará segura de que su bebé recibe leche suficiente y a la vez aumentará su producción natural. Como el cuerpo produce leche cada vez que lo necesita y la alimentación perceptiva le permite vaciar los pechos, comprobará que nunca están ni secos ni demasiado cargados. Para obtener más información sobre alimentación perceptiva, lea este artículo.

  3. Saltearse tomas

    Saltearse tomas provoca el mismo problema que amamantar según un cronograma estricto: una alteración en la producción natural de leche del cuerpo. Si los pechos no se vacían, las glándulas mamarias no reciben la señal de que deben producir más leche. Aunque pueda parecer que no es un problema, dado que los pechos seguirán teniendo leche, esto puede provocar una alteración en el ciclo natural de suministro y demanda. Además, saltearse tomas suele provocar inflamación, que genera dolor y es una de las causas principales de la obstrucción de los conductos. Si sabe que se salteará una toma y le dará leche materna con biberón a su bebé, recuerde vaciar sus pechos con un extractor.

  4. Extraerse leche solo para alimentar al bebé

    Muchas mujeres creen que la extracción de leche puede perjudicar la lactancia. Si bien no conviene empezar a usar el biberón demasiado pronto, extraerse leche es una excelente manera de complementar la lactancia sin dejar de darle a su bebé los nutrientes que necesita para su desarrollo. Extraerse leche sin dejar de amamantar reporta muchos beneficios, de modo que no lo descarte sin conocer bien toda la información.

  5. Suspender la lactancia durante una enfermedad

    Aunque le parezca que amamantar cuando está enferma puede ser peligroso, en realidad tiene el efecto contrario. Si amamanta a su bebé, le pasará los anticuerpos que su cuerpo está generando, no la enfermedad. Consulte a su médico para confirmar que sea seguro, pero no dude en plantearlo.

  6. Descontinuar las vitaminas prenatales

    Las vitaminas prenatales le dan a su cuerpo los nutrientes que necesita para alimentar a su bebé en crecimiento durante el embarazo. Sin embargo, también son esenciales para su salud general después del parto y durante todo el periodo de lactancia. Siga tomando sus vitaminas prenatales para que su bebé aproveche los beneficios y su cuerpo obtenga todos los nutrientes y minerales esenciales que necesita.

  7. No comprender el proceso de producción de leche

    Como dijimos, la leche materna se genera de acuerdo con un ciclo de suministro y demanda. Cuanto más vacíe sus pechos, más leche producirá su cuerpo. Pero es importante recordar que para que este ciclo se cumpla de manera eficiente necesita vaciar ambos pechos. Para ello, evite limitar el amamantamiento a un pecho en detrimento del otro. Si su bebé muestra preferencia por alguno, puede suplementar la toma con una sesión de extracción simultánea para vaciar ambos pechos a la vez.  Si no tiene ninguna preferencia, intente comenzar a alimentarlo con un pecho y cambiar de pecho en mitad de la toma. Así logrará equilibrar el proceso natural y podrá aliviar la tirantez y el dolor en los pezones.

  8. Utilizar una posición poco favorable

    Muchas mamás primerizas intentan sostener su pecho en ángulo para ayudar al bebé a prenderse bien. En realidad, sin darse cuenta, pueden contribuir a que el bebé se prenda de manera incorrecta y se vea afectado el flujo de leche desde el pezón hasta su boca. En cambio, adapte su pezón a la boquita del bebé para que tengan la misma forma. Para lograrlo, mantenga sus dedos en una posición paralela a los labios de su bebé y guíelos hacia su pecho.

  9. Empezar a usar el chupete o el biberón demasiado pronto

    La "confusión tetina-pezón" es una posibilidad real, de modo que es importante empezar a usar el chupete o el biberón de manera estratégica. Intente no recurrir a ninguno de ellos hasta que la lactancia ya esté consolidada y el bebé se haya prendido bien al pecho. Si bien a veces es necesario alimentar al recién nacido con biberón, está el riesgo de que luego lo prefiera sobre el pezón. Hable con su médico sobre las necesidades específicas de su bebé y considere la posibilidad de consultar a un asesor en lactancia para garantizar que se prenda bien desde el principio.

  10. Hacer cambios en la dieta

    Hay información contradictoria sobre lo que se puede o no comer durante la lactancia. A menos que tenga alergia o sensibilidad a alimentos específicos, no hay razón por la cual deba eliminar algo de su dieta. Solo asegúrese de seguir una dieta mayormente saludable, y si quiere darse un gusto comiendo algo poco saludable, hágalo con moderación. Si advierte que su bebé está particularmente irritable después de ciertas comidas, puede deberse a una distensión en el tracto digestivo. Estos son algunos de los alimentos más comunes que pueden causarle malestar a un bebé lactante.

  11. Usar un sostén poco firme

    Los sostenes poco firmes o de la talla incorrecta no solo son incómodos; además, pueden contribuir a la obstrucción de los conductos. Un sostén adecuado les dará a sus pechos el soporte que necesitan sin comprimirlos en exceso. Considere la posibilidad de comprar varios sostenes de lactancia diferentes para usar durante la semana de manera de no tener que lavarlos constantemente. 

  12. Amamantar cuando se siente dolor

    Algunas mujeres hablan sobre el dolor que sienten al amamantar como si fuera normal... y no lo es. El dolor es una señal de que algo no está funcionando como corresponde. Si bien es probable que sienta alguna molestia o dolor leve las primeras veces que amamante, este no debería prolongarse. Algunas de las razones por las que las mujeres sienten dolor al amamantar son: inflamación, problemas de salud subyacentes o dificultades del bebé para prenderse bien al pecho o ubicar la lengua. Independientemente de cuál sea el motivo, siempre hay maneras de solucionarlo, y una de ellas es pedir ayuda.

  13. No pedir ayuda

    Se podría decir que este es uno de los errores de lactancia más comunes entre las mamás primerizas. ¡No piense que no puede pedir ayuda! Todas tienen dificultades para amamantar al principio, y a veces, cuanto más se lo intenta, más difícil resulta. Las dificultades para prenderse al pecho son habituales en los recién nacidos, y además es posible que usted sienta dolor o molestias, o tenga algún problema con la producción de leche. Sea lo que sea que deba enfrentar, no tema pedir ayuda. Hay profesionales especializados en lactancia que pueden ayudar a su bebé a prenderse a la perfección, así como aliviar sus molestias y poner en marcha su producción natural de leche. Para sacar el máximo provecho de su experiencia de lactancia, consulte a un puericultor.

  14. No cuidarse

Si bien estará concentrada más que nada en la salud y el bienestar de su bebé, su cuidado personal también es importante. Durante la lactancia, su estado general de salud influye directamente en la salud de su bebé, así que no se descuide e intente mantenerse sana. Beba más cantidad de agua por día para estar hidratada e intente elegir alimentos saludables y nutritivos. Si necesita descansar, no sienta culpa por ello. Pídale ayuda a su pareja u otro miembro de su familia para poder ponerse al día con esos mimos que hace tanto que no se dedica.

Conclusión

La lactancia es una oportunidad maravillosa para formar un vínculo con su bebé y darle los nutrientes que necesita, pero puede que le lleve un tiempo acostumbrarse. No se sienta mal si no le sale enseguida ¡y no tenga miedo de pedir ayuda! Pruebe estos consejos para evitar errores comunes durante el amamantamiento, y si continúa teniendo problemas para extraer leche, hable con su médico sobre la opción de buscar un asesor de lactancia o un especialista en puericultura. Investigue un poco sobre los extractores que pueden servirle y recuerde que, gracias a la Ley de Cuidados Asequibles (Affordable Care Act), las madres primerizas y las embarazadas reúnen los requisitos para  recibir un extractor de leche eléctrico, pagado por su proveedor de seguro médico.

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