Mamá haciendo eructar a su bebé.

¿Qué es lo que hace que mi bebé regurgite?

Los recién nacidos hacen muchas cosas interesantes, pero que ocasionalmente regurgiten es completamente normal. De todos modos, puede ser una causa de preocupación, especialmente si sucede con frecuencia. Es posible que usted se preocupe por la salud de su bebé o que se sienta impotente por no poder encontrar un remedio para detenerlo. Habiendo dicho eso, la regurgitación no debería tener efectos secundarios adversos en el desarrollo del bebé. Para estar segura de que su bebé está sano, es importante determinar qué causa la regurgitación y cuándo es momento de consultar al pediatra.

 

Diferencia entre regurgitar y vomitar

Primero, es importante entender la diferencia entre regurgitar y vomitar. La regurgitación suele producirse con un flujo más delicado que no genera una reacción del bebé. Puede estar sonriendo o completamente ajeno al líquido que le sale por la boca. Los vómitos, por el otro lado, son más fuertes y suelen generar angustia o malestar en los bebés.

Los vómitos pueden ser causados por varios factores distintos. Cuando se producen, los músculos abdominales y el diafragma comienzan a contraerse con una fuerza intensa, mientras que el estómago se mantiene relajado. Esto puede ser causado por sustancias químicas, estímulos psicológicos, nervios del estómago o del tracto intestinal, o estímulos del oído medio (cinetosis). Independientemente de ello, consulte siempre con su médico si su bebé comienza a vomitar, especialmente si encuentra cualquier rastro de sangre o si continúa sucediendo después de cada alimentación. Una afección llamada estenosis pilórica puede ser la causa de los vómitos. Esta afección causa contracciones musculares intensas que producen vómitos en proyectil. Se necesita cirugía para corregir esta afección.

 

Causas de la regurgitación

Al sistema digestivo de un recién nacido le lleva tiempo desarrollarse y adaptarse al ingreso de leche materna o de fórmula. De hecho, durante los primeros meses, el esfínter esofágico inferior no es completamente funcional. Este músculo ayuda a mantener la comida en el estómago; es decir que hasta que esté desarrollado, la regurgitación puede producirse con más frecuencia, en especial si su bebé come demasiada cantidad, muy rápido o cambia súbitamente de postura. Todas estas son causas habituales de regurgitación en bebés y son completamente normales. Los movimientos rápidos o estar demasiado llenos hacen que la comida suba lentamente por el estómago a través del esófago y salga del cuerpo cuando regurgitan. Los alérgenos o las intolerancias en la leche materna o la fórmula también pueden ser los culpables.

 

Complicaciones de la regurgitación

En la mayoría de los casos, la regurgitación no genera ningún tipo de complicaciones o de efectos duraderos. Sin embargo, algunos bebés pueden sufrir una afección llamada enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE). Si advierte que su bebé se atraganta al regurgitar, no aumenta de peso de forma regular o parece estar incómodo durante el día, es posible que esté sufriendo ERGE, lo cual básicamente es acidez estomacal. Si nota cualquiera de estos síntomas, programe una cita con su pediatra.

 

Cómo disminuir la regurgitación

Ver a su bebé regurgitar puede ser estresante, por eso muchos padres quieren hacer todo lo que puedan para disminuir estas situaciones. Lo siguiente puede ayudarle a alimentar a su bebé mientras reduce las regurgitaciones, pero si prueba estas técnicas y no ve cambios, comuníquese con su pediatra. Es posible que haya un motivo específico por el cual su bebé está regurgitando, lo cual podría tener una solución sencilla. También es importante eliminar cualquier causa potencialmente problemática de la regurgitación en los bebés.

Evite la sobrealimentación

Muchas veces, uno de los mayores culpables de la regurgitación es comer de más. Si los ojos de su bebé son más grandes que sus estómagos, ayúdelo en el control de las porciones limitando la cantidad de leche materna que le ofrece. Esto puede ser difícil cuando se da el pecho, por eso podría ser una buena idea extraer la leche y alimentar al bebé con biberón para controlar mejor el ingreso de leche. De todos modos, es posible reducir la probabilidad de sobrealimentación cuando se amamanta. Limite la sesión a un pecho y, para el otro pecho, utilice un extractor de leche para evitar la inflamación.

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Haga eructar a su bebé

Otra manera de ayudar a que el bebé regurgite es hacerlo eructar luego de las comidas. El eructo puede hacerse delicadamente durante la alimentación o después. Esto ayuda a eliminar aire tragado que haya quedado en el estómago sin regurgitar. Si bien los bebés alimentados con biberón tienden a tragar más aire que los bebés amamantados, vale la pena probarlo si el bebé lactante sigue regurgitando. Algunos bebés comen rápido, mientras que algunas madres tienen una secreción rápida de leche, y ambas cosas pueden aumentar la cantidad de aire que traga el bebé. Tómese su tiempo y haga varios descansos durante la alimentación; haga eructar al bebé después para ver si ayuda.

Manténgalo en posición erguida

Jugar activamente con el bebé inmediatamente después de comer puede alterarle el estómago y causar regurgitaciones. Esto es especialmente cierto si le hace cosquillas en la pancita poco después de ser alimentado. Si bien es importante jugar con su bebé y brindarle actividades interesantes, trate de retrasar un rato los juegos activos para permitir la digestión. Mantenerlo en posición erguida durante al menos 30 minutos después de la comida puede ayudar en este proceso y evitar agregar una presión innecesaria sobre el estómago del bebé.

Cambie su propia dieta

Otro culpable habitual de la regurgitación es la dieta de la madre. Debido a que lo que usted come pasa a su bebé a través de la leche materna, usted podría estar consumiendo cosas difíciles para el sistema digestivo de su hijo, o cosas a las que es alérgico. Pruebe experimentar con su dieta eliminando productos lácteos, gluten u otros alérgenos, como las nueces, pera ver si eso ayuda con las regurgitaciones.

Revise la fórmula

Si está alimentando con fórmula y su bebé regurgita luego de cada biberón, puede que sea hora de probar una marca distinta. Algunas fórmulas pueden caerle mal al estómago de su bebé y hacer que regurgite o, incluso, que vomite. Esto podría deberse a alergias, al contenido proteico o a otras intolerancias. Si sospecha que su bebé tiene intolerancia a la lactosa, el pediatra podrá recomendarle una fórmula hipoalergénica que pueda ayudar. Sea paciente, porque puede llevar una o dos semanas que su bebé se adapte a las nuevas fórmulas, pero siempre comuníquese con su pediatra si algo le preocupa.

Priorice que duerma de espaldas

Nunca ponga a su bebé a dormir boca abajo para impedir que se siente. Los bebés siempre deben dormir de espaldas para ayudar a reducir el riesgo de Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Además, poner al bebé boca abajo puede aumentar las regurgitaciones, ya que la presión puede desencadenar una reacción.

Tenga en cuenta la avena

Si bien en general no se recomienda darle cereal al bebé antes de los seis meses, una posible excepción es si muestra signos de disfagia o reflujo. Siempre consulte con su pediatra ante de darle cualquier alimento sólido a su bebé pequeño, pero la avena puede ayudar a espesar la comida y reducir las regurgitaciones. Antes se recomendaba el arroz, pero por inquietudes de seguridad debidas al arsénico, la American Academy of Pediatrics ahora recomienda la avena. Nuevamente, consulte con su pediatra antes de probar este remedio.

 

Cuándo consultar al pediatra del bebé

Si bien la regurgitación puede provocar muchas emociones, en la mayoría de los casos no hay nada de qué preocuparse. Sin embargo, si siente que su bebé está regurgitando con más frecuencia y no está aumentando de peso, no dude en comunicarse con su pediatra. De manera similar, si su bebé regurgita con mucha fuerza, tiene un color extraño o está asociado con signos de malestar o dolor, consulte al pediatra. También debe programar una cita si la regurgitación de su bebé tiene alguna textura. Durante la cita, el médico de su hijo evaluará los síntomas y realizará distintas pruebas para determinar si hay algún signo de un trastorno de base como ERGE, estenosis pilórica u otra enfermedad. Si la hay, no se preocupe. Existen medicamentos para aliviar los síntomas de su hijo.

Siembre debe llevar a su hijo al pediatra o a una sala de emergencias si tiene vómitos, ya que en la primera etapa de la vida los vómitos pueden ser graves y aumentar drásticamente el riesgo de deshidratación. Si su hijo regurgita o vomita sangre o una sustancia biliosa, busque asistencia médica de inmediato.

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