Existen millones de tipos de bacterias; algunas son buenas y otras son malas. Son microscópicas y viven en todas las superficies. Las bacterias pueden encontrarse sobre la piel, en el automóvil, en la comida y en cualquier superficie dura o blanda de todo el mundo. Si bien la exposición a pequeñas cantidades de bacterias perjudiciales nos puede ayudar a desarrollar un nivel de inmunidad, las cargas bacterianas más grandes generan infecciones. Es imposible eludir a todas las bacterias del mundo, pero existen medidas que puede tomar para reducir la cantidad de bacterias con las cuales entran en contacto tanto usted como sus seres queridos. Esto resulta especialmente importante con respecto a la lactancia y a la extracción de leche. Hay bacterias alrededor de sus pezones, y cuando utilice un extractor de leche, quedarán cantidades ínfimas que llegarán a la leche. No obstante, el uso de los métodos de almacenamiento adecuados mantendrá bajos los niveles de bacterias y protegerá la seguridad de la leche para que su bebé pueda consumirla. Para que pueda aprovechar al máximo la leche materna que almacena, aquí tiene algunas pautas sobre cuánto dura la leche.
Conceptos básicos: pautas para almacenar la leche
Más allá de cómo planee almacenar la leche materna, es fundamental que tome las medidas adecuadas con anticipación para que el proceso sea el más seguro e higiénico. Antes que nada, lávese las manos con agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos. Asegúrese de lavarse bien entre los dedos, el dorso de las manos y alrededor de las uñas. Si no puede lavarse las manos, será suficiente con que use un desinfectante para manos a base de alcohol. Luego, debe preparar el extractor de leche según las instrucciones del fabricante. Asegúrese por adelantado de que el extractor de leche esté completamente limpio, de acuerdo con las pautas de los CDC, para evitar que contamine la leche.
Cómo almacenar la leche materna después de extraerla
Un excelente consejo para almacenar la leche materna después de usar un extractor es guardarla en pequeñas cantidades para no desperdiciar nada. Se recomienda que almacene la leche en porciones de 1 a 2 onzas y lo ajuste una vez que tenga una mejor idea de cuánto consume su bebé cada vez. Asegúrese de dejar un pequeño espacio en el recipiente para permitir la expansión que se produce durante la congelación y siempre etiquete el recipiente con claridad con la fecha de almacenamiento.
Trate de refrigerar la leche materna o congelarla en cuanto pueda después de extraérsela. Si no puede hacerlo, como en el caso de las madres que trabajan y tienen un acceso limitado al uso de refrigeradores, utilice un sistema refrigerante con aislamiento que haya sido diseñado para almacenar leche materna. Esto ayudará a restringir el crecimiento bacteriano excesivo, manteniendo la seguridad de la leche para su bebé. Hay muchas opciones de recipientes para almacenar la leche; busque uno que sea adecuado para usted.
Los mejores recipientes de almacenamiento para leche materna
Hay cientos de productos diferentes en línea que se comercializan para almacenar la leche materna, pero no debe considerarlos a todos. La mejor forma de asegurarse de que la leche se mantenga segura para el consumo es almacenarla en recipientes de vidrio tapados o recipientes de plástico duro libre de BPA. También puede utilizar bolsas libres de BPA, siempre y cuando estén fabricadas específicamente para almacenar leche materna; no almacene la leche materna en bolsas Ziploc para sándwiches. Si utiliza bolsas para almacenar la leche materna, considere colocarlas dentro de un recipiente duro en el refrigerador o el congelador, a fin de evitar pérdidas o roturas.
Otra opción popular que comienza a plantearse entre las nuevas madres es almacenar la leche en moldes de silicona. Estos moldes son similares a las cubeteras y les ofrecen a las madres opciones más sencillas para descongelar pequeñas cantidades de leche materna. Por motivos de seguridad, asegúrese de utilizar moldes de silicona que hayan sido creados para almacenar leche materna.
Riesgos de la leche materna almacenada de forma incorrecta
La leche materna contiene un nivel de propiedades antibacterianas e inmunológicas que ayudan a evitar el crecimiento bacteriano en la leche durante un período limitado. Por lo tanto, no debe sorprender que cuanto más tiempo deje la leche almacenada de forma incorrecta, más bacterias contendrá. Como las bacterias proliferan en las temperaturas cálidas, los requisitos de tiempo para el almacenamiento seguro se reducen según el ambiente. Es por eso que debe usar la leche materna que esté a temperatura ambiente mucho más rápido que la leche materna que se congeló correctamente. Si almacena la leche de forma incorrecta, perderá nutrientes escenciales y aumentará el riesgo de contaminación bacteriana. Esto puede generar infecciones peligrosas y que pueden poner en riesgo la vida del bebé, según la cantidad de bacterias que contenga la leche. Si piensa que su leche puede haberse contaminado, deséchela.
Recomendaciones de los CDC para almacenar la leche materna con seguridad
La forma de almacenar la leche materna depende de si la conservará a temperatura ambiente, en el refrigerador o en el congelador. También debe considerar si la leche está recién extraída, fue descongelada o quedó después de una toma. Según las recomendaciones de los CDC, cada situación requiere pautas distintas, que se enumeran de la siguiente manera:
- Recién extraída a temperatura ambiente: la leche dura cuatro horas, como máximo
- Recién extraída y almacenada en el refrigerador: la leche dura cuatro días, como máximo
- Recién extraída y congelada: la leche dura hasta 12 meses, pero es mejor consumirla dentro de los seis meses
- Descongelada a temperatura ambiente: la leche dura entre una y dos horas
- Descongelada en el refrigerador: la leche dura hasta 24 horas
La leche materna que haya congelado y descongelado no debe volver a congelarse. Hacer eso es peligroso para la salud de su bebé. Si descongela leche y esta no se consume dentro del período adecuado, debe desecharla. Además, la leche materna que quede de una toma debe utilizarse dentro de las dos horas posteriores al final de la toma, independientemente de la forma de almacenamiento.
Estas pautas pueden cambiar si su bebé nació prematuro o tiene determinados problemas de salud. Cuando el bebé presenta un mayor riesgo de infección, puede ser peligroso que lo alimente con leche materna que quedó a temperatura ambiente. Para garantizar que los niveles de bacterias sean bajos, debe utilizar la leche dentro de una hora después de la extracción o colocarla de inmediato en el refrigerador. Estas pautas pueden cambiar según el estado de su bebé; por este motivo, siempre es mejor que le plantee cualquier duda al pediatra.
Consejos para almacenar la leche materna a temperatura ambiente
El almacenamiento de leche materna a temperatura ambiente debe realizarse de una manera específica para reducir el crecimiento de bacterias. Siempre mantenga la leche materna lejos de fuentes de calor, ya que las altas temperaturas aceleran el crecimiento bacteriano. Si bien preparar la leche materna para el almacenamiento adecuado, coloque una toalla fría sobre el recipiente para ayudar a mantener baja la temperatura. Luego, debe colocar la leche materna en el recipiente que use para almacenarla. Por motivos de seguridad, asegúrese de que este haya sido creado para almacenar leche materna. Si la temperatura ambiente es de 77° F o más, no deje la leche fuera de la heladera. Esta temperatura es demasiado alta y no puede considerarse como una temperatura ambiente segura.
Cómo descongelar la leche materna de forma segura
El proceso de descongelación de la leche materna es tan importante como su almacenamiento. Existen pautas específicas con respecto a las prácticas de descongelación seguras. Nunca descongele la leche materna a temperatura ambiente. Esto puede aumentar el crecimiento bateriano y, en consecuencia, aumentar el riesgo de infección para su bebé.
Debe evitar descongelar la leche materna en el microondas. Este método puede generar puntos calientes en la leche que pueden quemarle la boca y la garganta al bebé, a la vez que destruye los nutrientes que se encuentran en la leche.
La mejor forma de descongelar la leche materna con seguridad es dejar que se descongele gradualmente en el refrigerador. Esto reducirá el crecimiento bacteriano y garantizará que la leche se mantenga segura para el consumo. Si eso no es posible, la mejor opción es usar agua templada. También puede sostenerla bajo la canilla de agua tibia. Si tiene alguna pregunta con respecto a la mejor forma de descongelar la leche con seguridad, hable con su médico.
La extracción de leche es una forma excelente de complementar la lactancia, pero es importante que tome las medidas necesarias cuando almacene su leche. Cuando haya dejado de usar el extractor de leche y de almacenar leche materna, respete las pautas de los CDC para limpiar correctamente las distintas partes del extractor y evitar que se contaminen. Al elegir su extractor de leche, tómese el tiempo que necesite e investigue. Recuerde que la Ley de Cuidados Asequibles (Affordable Care Act) exige que su proveedor de seguro cubra los extractores de leche, el apoyo con la lactancia y todo suministro que pueda necesitar. . Byram Healthcare está aquí para ayudarla a encontrar el extractor de leche perfecto a través de la cobertura de su seguro médico.