Mamá que le sonríe a su bebé.

¿Qué es la compresión mamaria?

La lactancia es una experiencia hermosa que ayuda a fortalecer el lazo entre la madre y el bebé. Si bien es algo natural, la mayoría de las madres primerizas necesitan algún tipo de ayuda. Trabajar en conjunto con una asesora de lactancia desde el comienzo de su experiencia de lactancia la puede ayudar a lograrlo más rápidamente, pero esto no siempre es necesario. Otra excelente recomendación para abordar los problemas iniciales es recurrir a las compresiones mamarias. Para que pueda sacar el máximo provecho de su experiencia de lactancia, le contamos todo lo que necesita saber sobre las compresiones mamarias, incluidos sus beneficios y cómo realizarlas.

 

Qué son y para qué sirven las compresiones mamarias

Una compresión mamaria es la acción de aplicar presión física en la parte exterior del pecho para estimular el flujo de leche. El objetivo es asegurar un flujo de leche más continuo durante la lactancia, para ayudarla a maximizar la eficiencia del amamantamiento. Esto, a su vez, puede ayudar a mejorar la succión del bebé y a paliar dificultades cuando el bebé no se prende bien al pecho o tiene un reflejo de succión débil. Es particularmente útil si nota que al recién nacido le cuesta beber la leche. Escuche los ruidos que hace el bebé al tragar para determinar si está succionando bien, extrayendo leche y tragándola.

Las compresiones mamarias se usan más comúnmente en las primeras semanas de lactancia, cuando usted y su recién nacido se están acostumbrando al proceso. Una vez que se establece la lactancia, muchas madres ya no necesitan seguir realizando compresiones mamarias para lograr sesiones de lactancia satisfactorias.

 

Beneficios de las compresiones mamarias

La práctica de compresiones mamarias durante el amamantamiento trae aparejados varios beneficios. Si bien no todas las madres necesitarán usar esta técnica, puede ser útil en ciertas situaciones. Algunas de las formas en las que las compresiones mamarias pueden beneficiar sus sesiones de lactancia son las siguientes:

Aumentan el flujo de leche

La leche materna funciona por suministro y demanda. Cuanta más leche succione el bebé, más leche producirán sus conductos mamarios. Sin embargo, puede ser difícil establecer el suministro de leche durante los primeros meses de lactancia, en especial si al bebé le cuesta prenderse al pecho o si presenta alguna otra dificultad. Las compresiones mamarias ayudan a asegurar que sus pechos se vacíen por completo, lo cual enviará una señal a su cuerpo para que produzca más leche. Las compresiones mamarias también activan el reflejo de eyección de la leche. Esto aumenta la cantidad de leche que produce su pecho durante cada sesión y la velocidad del flujo.

Pida su extractor de leche cubierto por el seguro médico

 

Calman a los bebés irritables

Las compresiones mamarias pueden ayudar a calmar a los bebés que están irritables o tienen sueño. Durante los primeros meses de vida, es posible que el recién nacido se quede dormido durante la lactancia si el flujo de leche no es lo suficientemente fuerte o rápido. Las compresiones pueden ayudar a asegurar que el bebé se mantenga despierto durante toda la sesión de lactancia y solo deje de tomar cuando esté lleno. Esto, a su vez, reducirá las posibilidades de que el bebé esté irritable o tenga periodos de cólicos. También contribuirá a que duerma mejor durante la noche, ya que no tendrá que despertarse tan seguido como lo haría si tomara menos leche en cada sesión.

Favorecen el aumento de peso

Las compresiones mamarias, cuando se realizan correctamente, ayudan al bebé a mantener un aumento saludable de peso. Las compresiones transfieren más leche durante el amamantamientoy así ayudan a su pequeño a recibir en cada toma las calorías que necesita para su desarrollo físico. Esta táctica también aumenta las posibilidades de que el bebé recién nacido consuma más leche del final, que tiene más calorías y densidad de nutrientes que la leche del inicio.

Reducen la posibilidad de obstrucción de conductos o mastitis

Los conductos se pueden obstruir por distintas causas, pero pueden provocar muchas molestias y complicaciones durante la extracción. Cuando esto no se trata, puede transformarse en una mastitis, que es una infección dolorosa en el pecho. Si bien las compresiones mamarias cuando hay obstrucciones de conductos o mastitis pueden ser molestas, realmente pueden ayudar a restaurar el flujo de leche y aliviar el dolor. Solo asegúrese de hacer las compresiones por encima del área afectada para evitar poner una presión excesiva sobre las obstrucciones. Si no consigue aliviar la mastitis, consulte a su médico.

 

Cómo realizar las compresiones mamarias

El proceso para realizar las compresiones mamarias es bastante sencillo. Quizás deba hacer algunas pruebas para encontrar la mejor posición, pero las opciones más populares son la posición cruzada, la de rugby, la de cuna y la recostada. Trate de realizar las compresiones mamarias en cada una de estas posiciones y vea cuál de las opciones prefiere.

 

  1. Póngase cómodo

    El primer paso para hacer de manera adecuada las compresiones mamarias es estar cómoda. Pruebe sostener al bebé en cada una de las posiciones sugeridas anteriormente para encontrar la que más le guste. Siempre asegúrese de que la columna y el cuello del bebé estén sostenidos adecuadamente en cada una de las posiciones.

    En el caso de la posición cruzada (también llamada "cuna cruzada"), sostenga al bebé en el recodo de su brazo del lado contrario al del pecho con el que lo amamantará. En el caso de la posición de rugby, coloque al bebé del mismo lado del pecho con el que lo amamantará, debajo de su brazo, de manera tal que las caderas del bebé estén al mismo nivel que las suyas. La posición de cuna es similar a la cruzada, excepto que sostendrá al bebé con el brazo del mismo lado del pecho con el que lo amamantará. La posición recostada es otra de las favoritas para hacer compresiones. Para esta opción, tendrá que recostarse de costado junto al bebé.

    Asegúrese de tener cerca todo lo que necesita durante el amamantamiento, para no tener que interrumpir la sesión por ninguna razón.

     

  2. Asegúrese de que el bebé se prenda bien al pecho

    Una vez que encuentre una posición cómoda y esté lista para empezar, ayude al bebé a prenderse bien al pezón. Esto asegurará que pueda consumir la leche que sale de su pecho durante las compresiones. Tómese un tiempo para verificar cómo se prendió el bebé antes de comenzar. Si le cuesta lograr un buen agarre durante las tomas, considere hacer una consulta con una asesora de lactancia.

     

  3. Comprima su pecho

    Una vez iniciada la lactancia, observe activamente al bebé. Debe notar que su mandíbula baja y escuchar el sonido suave que hace al tragar. Esto indica que realmente está tragando la leche que sale.

    Luego, utilice la mano que no sostiene al bebé para rodear el pecho con el que está amamantando y comience a hacer las compresiones. El dedo pulgar debe estar de un lado del pecho, y el resto de los dedos, del otro lado, cerca del tórax. Coloque los dedos sobre la pared torácica, lejos del pezón, de manera tal de aplicar la presión a la base del pecho. Luego, comience a apretar lentamente y mantenga una presión constante. Debe mantener la presión de la compresión mientras el bebé siga succionando activamente el pecho.

     

  4. Observe al bebé y repita la compresión

​​​​​​​Cuando el bebé deje de succionar, libere la presión de las compresiones mamarias. Quizás el bebé necesite un breve descanso. Si comienza a amamantar nuevamente, vuelva a realizar una compresión suave ubicando la mano en otro lugar. Esto ayuda a asegurar una distribución pareja del flujo de leche en los conductos. Continúe con este proceso hasta que el bebé deje de alimentarse. Puede dejar al bebé en su pecho por un poco más de tiempo, por si acaso, pero también lo puede quitar para reducir el riesgo de molestias innecesarias. Ofrézcale el otro pecho y repita el proceso, o cambie de pecho en la próxima sesión de lactancia.

 

Más información sobre las compresiones mamarias

Además de los pasos descritos anteriormente, hay otros aspectos para tener en cuenta que pueden facilitar las compresiones. En primer lugar, sea paciente. Al bebé le puede llevar cierto tiempo prenderse bien al pezón, empezar a succionar y terminar de alimentarse. En las compresiones mamarias, es muy importante la observación de los hábitos del bebé y la aplicación de presión para ayudarlo a obtener lo que necesita. En segundo lugar, si no necesita realizar compresiones mamarias, no lo haga. Si bien la pueden ayudar a producir leche a un ritmo más rápido, algunas mujeres tienen una bajada de leche rápida por naturaleza, y las compresiones en este caso pueden generar un flujo demasiado veloz para el bebé. Si tiene dudas sobre el amamantamiento, una asesora de lactancia puede tranquilizarla y hacerla sentir más segura.

 

Cuándo buscar ayuda

Si nota mejoras al hacer las compresiones mamarias, mejor así. Siga utilizando esta técnica hasta que el bebé se alimente sin ayuda externa. Sin embargo, si aún tiene dificultades, considere consultar a una asesora de lactancia para mejorar la forma en que el bebé se prende al pezón y aumentar la producción de leche. También puede utilizar un extractor de leche cubierto por su seguro médico a complementar la lactancia durante todo el día. Byram Healthcare le ofrece muchas opciones para ayudarla en esta experiencia. Nuestro equipo está a su disposición para ayudarla a encontrar el extractor de leche perfecto a través de su cobertura de seguro.