Todo lo que debería saber sobre la conexión pecho-cerebro
Durante el embarazo, es probable que haya imaginado cómo serían las primeras semanas con su recién nacido. Pasarán tiempo juntos al vincularse, con la lactancia y vislumbrará por primera vez cómo será cuando crezca. No obstante, muchas mamás primerizas no tienen una experiencia apacible, en especial, en lo que respecta a la lactancia. De hecho, más de dos tercios de las mamás primerizas tienen alguna dificultad para amamantar. Tenga en cuenta que si tiene dificultades, de ninguna manera es su culpa. La lactancia no siempre es tan sencilla como las personas creen que es. En el posparto, pueden surgir muchas emociones, pero para poder atravesar el suyo, es importante comprender algunas cosas. Considere la siguiente información acerca de la conexión pecho-cerebro y cómo fortalecerla.
¿Qué es la conexión pecho-cerebro?
Dicho de manera simple, cuando se hace referencia a la conexión pecho-cerebro, muchas mujeres mencionan la relación entre ambos durante la lactancia. El estrés, por ejemplo, es un buen ejemplo de esto, ya que puede ser un impedimento grave cuando intenta amamantar. Para comprender mejor, es importante conocer cómo funciona el suministro de leche.
Durante el amamantamiento, el movimiento que hace el recién nacido con la boca para succionar estimula los pezones, lo cual genera la bajada de la leche. Eso es cuando la leche materna fluye de manera más rápida para poder alimentar al bebé. Es un reflejo involuntario que sucede debido a la cascada de hormonas que se libera en su cuerpo, principalmente, la oxitocina. La oxitocina que se libera causa que los conductos mamarios se ensanchen y permite el proceso de la bajada de la leche. Cuando está mentalmente lista y sin preocupaciones, esto sucede de manera simple y sin esfuerzos. Cuando está estresada o se siente deprimida, se puede tornar más complicado.
Si está estresada, su cuerpo libera cortisol en respuesta. Esto eleva los niveles de glucosa en sangre y prepara su cuerpo para luchar o la pone en un estado de huida. Además, el estrés también inhibe la liberación de oxitocina. Esto, a su vez, reduce la eficiencia de la bajada de la leche. Aunque la leche no dejará de fluir por completo, los conductos no están tan abiertos y el líquido es limitado. Esto puede ocasionar que el bebé succione con más intensidad o que se alimente con más frecuencia para obtener la cantidad de leche materna suficiente.
Además del estrés, los pensamientos o las emociones indeseadas que se asocian comúnmente con la depresión posparto, o también la tristeza posparto, pueden ocasionar problemas durante la lactancia. Es posible que las madres desarrollen una aversión a la lactancia o comiencen a tener sentimientos de indignación, alteración o incluso enojo. Esto también puede afectar la bajada de la leche, ya que puede comenzar a estresarla tener estos sentimientos. Sin embargo, es importante recordar que los trastornos del estado de ánimo posparto no son su culpa, sino que se deben a un desequilibrio químico. Existen varios recursos disponibles para que supere y controle esos sentimientos, pero lo importante es recibir ayuda de un profesional.
Cómo fortalecer la conexión pecho-cerebro
Si las emociones negativas pueden inhibir el suministro de leche, ¿significa que tener una actitud y perspectiva positivos pueden ser beneficiosos para la lactancia? Sí y no. Adoptar un enfoque proactivo para su salud mental es una parte importante para propiciar una experiencia de lactancia saludable, pero no siempre es tan fácil. Para fortalecer la conexión pecho-cerebro, respaldar su salud mental y sacar el mayor provecho de la experiencia de lactancia, tenga en cuenta los siguientes consejos.
1. Busque una asesora de lactancia
La lactancia es uno de los actos más naturales del mundo, pero eso no significa que siempre resulte fácil. Durante el embarazo, converse con su médico para que le recomiende posibles asesoras de lactancia. Incluso si se adapta a la lactancia enseguida, una asesora de lactancia puede aportarle varios beneficios. Puede ayudar a fortalecer el apego, encontrar una posición cómoda para amamantar, darle consejos acerca de cómo reducir la hinchazón y ayudarla a evitar algunos errores comunes de lactancia desde el principio.
Las asesoras de lactancia también pueden ayudar a las madres primerizas que tienen problemas para adaptarse a la lactancia. Contar con una persona experta que la acompañe puede reducir la ansiedad y, por lo tanto, fortalecer la conexión pecho-cerebro desde el primer momento. Si está nerviosa, puede incluso considerar encontrarse con una asesora de lactancia antes del día del parto u obtener más información acerca de cómo preparase.
2. Conozca sus opciones
Una excelente manera de mejorar la conexión pecho-cerebro es informarse acerca de sus opciones. Si bien amamantar es el mejor método para alimentar al bebé, no es el único. Existen varias opciones diferentes para alimentar que pueden ofrecer al bebé que está creciendo todas las vitaminas y los minerales que necesita para un desarrollo saludable.
Cuando se toma el tiempo para averiguar sus opciones, se prepara para el éxito. Esto se debe principalmente a que su estado de ánimo suele ser más negativo cuando las expectativas no se condicen con la realidad. No obstante, si tiene varios planes de apoyo diferentes, estará preparada para realizar adaptaciones y puede reducir el efecto del estrés o la ansiedad en el cuerpo. Si necesita usar fórmula durante algunas semanas luego del parto, prepararse mentalmente para eso puede ayudar a que su cuerpo esté listo para amamantar en el futuro.
3. Pruebe la extracción de leche
La producción de leche funciona según un ciclo de suministro y demanda. Cuanto mayor es la producción, más fabricará su cuerpo. A fin de optimizar el suministro de leche para las sesiones de lactancia, pruebe complementar con extracción de leche. La extracción de leche permitirá estabilizar su producción de leche, puede reducir la hinchazón y puede ocasionar la liberación de las mismas hormonas de oxitocina que cuando amamanta. Debido a que esta es una de las mejores hormonas para fortalecer la conexión pecho-cerebro, la extracción de leche es un excelente complemento para incorporar al régimen de lactancia. Al hacerlo, también podrá acumular una reserva en el congelador para poder alimentar a su bebé sin importar dónde se encuentre usted en ese momento.
4. Concéntrese en la respiración
Puede sonar extraño, pero practicar ejercicios de respiración puede ayudar a fortalecer la conexión pecho-cerebro. Durante períodos de ansiedad o estrés, suele respirar de manera más rápida y menos profunda. Esto desata la producción de cortisol, que esencialmente puede pausar cualquier función "no esencial" del organismo. Por desgracia, en un caso de reacción de lucha o de huida, la producción de leche se considera no esencial, de manera que disminuye sustancialmente.
Por suerte, una manera sencilla de combatir el estrés durante el día es aprender a concentrarse en la respiración cuando se siente ansiosa. Respirar hondo puede reducir la respuesta del sistema nervioso simpático que, a su vez, permite que la producción de leche vuelva a la normalidad. Practique inspirar contando hasta cuatro, luego exhale profundo contando hasta ocho y repita si es necesario.
5. Incorpore técnicas de relajación
Además de los ejercicios de respiración, pruebe poner en práctica técnicas de relajación en su vida cotidiana. Puede ser tan solo cerrar los ojos y tratar de visualizar algo que le dé tranquilidad o reservarse 10 minutos para meditar. Adoptar un enfoque proactivo para su salud mental y relajación puede ayudarla a afrontar mejor situaciones estresantes en el futuro y sin la intensidad de la reacción física. Pruebe encontrar algo que funcione para usted, ya sea yoga y meditación o simplemente un baño relajante.
6. Busque ayuda adicional
La lactancia puede ser un recorrido tumultuoso para muchas madres, pero eso no significa que deba atravesarlo sola. Si le resulta difícil establecer su conexión pecho-cerebro o si está sintiendo indicios de un trastorno del estado de ánimo posparto, no dude en expresarlo y procurarse el apoyo que necesita. Existen distintos grupos disponibles para comunicarse con otras madres a quienes les está sucediendo lo mismo, o puede conversar con su profesional de la medicina para solicitar asesoramiento acerca de otras opciones de ayuda profesional. Tal vez le convendría conversarlo con su pareja, una amiga de confianza o un familiar con quien se sienta cómoda.
Los problemas de salud mental no son una broma, en especial, si ocurren posparto. Es importante recordar que tiene opciones, de manera que nunca haga nada con lo que no se sienta 100% cómoda. Si tiene problemas con el proceso de lactancia, cualquiera sea el motivo, considere trabajar con una asesora de lactancia. Pida una recomendación a su médico o busque una especialista de su red en línea. Si tiene algún síntoma de depresión posparto u otros trastornos del estado de ánimo posparto, hable con su médico hoy mismo.
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